En el capítulo anterior, nos sumergimos en las operaciones ejecutadas por el Mossad, el servicio de inteligencia israelí, cuyas estrategias son material de estudio para agencias en todo el mundo por su eficacia en la protección nacional. Sin embargo, existe otro servicio de inteligencia que logra sus objetivos de manera completamente distinta, sin recurrir a las armas. Estamos hablando de China.
“China 2050” es más que una consigna política; es la visión de una nación que aspira a liderar el escenario global. Este sueño, formulado por el presidente Xi Jinping, apunta a consolidar un socialismo moderno que se proyecta al mundo a través de la diplomacia y el comercio. Para quienes negocian con el Partido Comunista Chino (PCCh), este intercambio no es opcional; es una conexión con el motor del comercio mundial. Su estrategia no pasa por construir bases militares ni empezar guerras. En su lugar, China utiliza su imponente presencia económica y una política calculada, tejida bajo la supervisión de su servicio de inteligencia: el Ministerio de Seguridad del Estado (MSS).
Prevalecer sin combatir: La filosofía de Sun Tzu en la inteligencia moderna
Desde la antigüedad, la filosofía del antiguo estratega Sun Tzu ha guiado la táctica china: “La mejor victoria es vencer sin combatir”. Esta idea, descrita en El Arte de la Guerra, sigue siendo el pilar de la política exterior china. A diferencia de otras agencias de inteligencia que recurren al uso directo de la fuerza, como el Mossad, el MSS opera en las sombras, priorizando la recopilación de información, el diseño de acuerdos estratégicos y, sobre todo, manteniendo bajo llave los secretos más comprometedores.
El MSS actúa como una extensión del PCCh, manteniendo un control férreo sobre los intereses nacionales y consolidando la posición de China en el tablero internacional. Pero, como narra Alex Joske en su libro Espías y Mentiras, el MSS no solo protege, sino que manipula. Joske relata un caso impactante que involucró al magnate George Soros, empresario fundador de Open Society, y al escritor Liang Heng, quienes, convencidos de que podían fomentar una China más liberal, crearon el “Fondo para China”. Para operar, se asociaron con el Centro Internacional de Intercambio Cultural de China (CICEC).
El co-presidente del CICEC, Yu Enguang, los convenció para que el fondo sea administrado por él. Sin saberlo, terminaron financiando una agenda radicalmente opuesta, dado que Yu Enguang era un agente encubierto del MSS.
Inteligencia al servicio de la expansión económica
China no solo exporta productos; exporta su influencia. La iniciativa de la “Nueva Ruta de la Seda” es un megaproyecto diseñado para conectar Asia con Europa, África y América. Más allá de ser un corredor comercial, es un eje estratégico que redefine la geopolítica mundial según los intereses chinos.
El MSS desempeña un papel crucial en esta expansión. Su labor va desde identificar oportunidades de inversión hasta proteger las gigantescas sumas de capital que China inyecta en estos países. Cada contrato, cada acuerdo, cuenta con el respaldo de inteligencia estratégica, asegurando que el retorno político y económico esté garantizado. Esta intervención estatal en las relaciones comerciales privadas le ha costado a China varias acusaciones negativas, entre ellas, de tener un modelo de «corporativismo fascista» como analizamos en el capítulo 5 de nuestra serie Ideologías en la Lucha Geopolítica.
Una red de informantes que abarca millones
Si algo diferencia al MSS de otras agencias de inteligencia es su capacidad para movilizar a toda una nación. Desde 2017, la aprobación de la Ley de Inteligencia de China, según comenta el New York Times en su artículo: China representa un desafío para nuestros servicios de inteligencia, exige que tanto ciudadanos como empresas cooperen con el gobierno en actividades de recopilación de información. Este marco legal ha convertido a millones de ciudadanos chinos en informantes potenciales. Desde estudiantes que se destacan en universidades extranjeras hasta empresarios que operan fuera del país, cada uno puede ser un recurso estratégico para el MSS. Las grandes empresas tecnológicas chinas, como Huawei, han sido acusadas de colaborar indirectamente con esta red.
En la página oficial de Huawei se le hizo la siguiente pregunta: «La nueva Ley de Inteligencia Nacional de China, aprobada el año pasado, obliga a Huawei y a otras empresas chinas a cooperar con la comunidad de inteligencia china. ¿Cómo podemos confiar en ustedes?» La empresa respondió que no se ha recibido esa petición y si así fuera, lo rechazarían inmediatamente. Además, que nunca se trataría de instalar maliciosamente «puertas traseras» o spyware en sus dispositivos, con el fin de mantener la privacidad de los usuarios, pero la duda siempre estará vigente.
El resultado es una estructura de inteligencia que combina tecnología, educación y lealtad nacional, creando una ventaja competitiva sin precedentes. Esta estrategia ha permitido que la población china alcance niveles educativos impresionantes, especialmente en áreas como la inteligencia artificial y las telecomunicaciones, siendo prueba de cómo esta estrategia está moldeando el liderazgo global de China.
Taiwán: Una lucha silenciosa por la reunificación
Desde 1949, Taiwán representa una herida abierta en la historia del Partido Comunista Chino. Para el MSS, esta isla es un objetivo prioritario. Pero, fieles a su estilo, la guerra no es una opción. En su lugar, el MSS emplea estrategias de espionaje cibernético y psicológico, además de influir en los partidos políticos taiwaneses que abogan por mejores relaciones con China.
La presión económica sobre otros países también forma parte de esta táctica. Beijing ha logrado aislar diplomáticamente a Taiwán, obligando a otros países a elegir entre reconocer su soberanía o mantener relaciones comerciales con la República Popular China. Al mismo tiempo, incentivos económicos dirigidos a los ciudadanos taiwaneses buscan promover una “reunificación pacífica”, mientras se refuerza la narrativa de que solo hay una China, la fundada por Mao Zedong.
Aunque algunos analistas temen una posible confrontación militar, la estrategia china apunta a otro camino: paciencia estratégica y una presión constante, pero silenciosa. La inteligencia china, con el MSS a la cabeza, se mantiene firme en su objetivo de lograr la reunificación sin disparar un solo tiro.
En el siguiente capítulo, nos trasladamos a Rusia para analizar el SVR, uno de los servicios de inteligencia de este país especializada en la inteligencia exterior. Esta agencia se ha destacado por, presuntamente, colaborar con ejércitos privados para ejecutar sus planes, así como brindar apoyo y entrenamiento a sus aliados con objetivos similares.
Un comentario
China con su Servicio de Inteligencia MSS nos esta demostrando la importancia que es la Inteligencia en el desarrollo de un pais, como dice la doctrina de Sherman Kent que la Inteligencia es el Conocimiento Vital para la sobrevivencia de una Nación.