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Big Techs: Las Grandes Tecnológicas en la Encrucijada de la Seguridad Nacional | LA INFORMÁTICA COMO ARMA GEOPOLÍTICA | Tensiones entre Gobiernos, Empresas y Conflictos Políticos

Tabla de contenidos

En el capítulo anterior, exploramos cómo los programas informáticos han revolucionado las disputas geopolíticas. Desde spyware indetectables vendidos a diversos países hasta herramientas de vigilancia masiva capaces de acceder a información sin necesidad de consentimiento explícito, analizamos cómo estas tecnologías han redefinido el poder en el ciberespacio. Ahora, nos adentramos en el papel de las grandes empresas tecnológicas, las Big Techs, que han dejado de ser simples proveedores de productos y servicios para convertirse en actores fundamentales en la geopolítica global.

Con su capacidad para conectar a millones de personas y sus vínculos con las políticas nacionales, estas compañías no solo influyen en los mercados, sino también en decisiones cruciales que afectan a la seguridad y estabilidad de las naciones. Desde sus líderes hasta sus decisiones corporativas, las Big Techs han tomado partido en conflictos internacionales, abandonando la neutralidad en favor de intereses específicos.

Las Big Techs y su Rol en la Seguridad Nacional

El vínculo entre las grandes tecnológicas y los gobiernos no es un fenómeno reciente, pero su alcance ha crecido exponencialmente. Por un lado, estas empresas colaboran directamente con sus gobiernos a través de contratos para desarrollar infraestructuras digitales y proyectos militares. Por otro, manejan cantidades colosales de datos personales que pueden convertirse en una herramienta estratégica para la recolección de inteligencia.

En Estados Unidos, Microsoft y Amazon son ejemplos emblemáticos de esta relación. Ambas compañías trabajan estrechamente con el Pentágono, desarrollando infraestructuras digitales como fue en su momento el Proyecto JEDI (Joint Enterprise Defense Infrastructure). Este ambicioso contrato buscaba modernizar las capacidades del ejército mediante una nube virtual diseñada para gestionar datos sensibles de manera segura. Posteriormente, se cambió el enfoque de desarrollo al proyecto Joint Warfighter Cloud Capability (JWCC).

El panorama no se detiene ahí. Amazon Web Services (AWS), la división de servicios en la nube de Amazon, administra datos para agencias de inteligencia como la CIA. Ambas partes firmaron un trato en el 2013 para desarrollar su infraestructura informática. Esta relación está documentada públicamente, de hecho, en la misma página de AWS, menciona que cada vez son mayores los clientes del sector militar, mostrando cómo la defensa nacional puede depender de actores privados. A medida que estas colaboraciones avanzan, se difuminan las líneas entre lo gubernamental y lo corporativo, creando un ecosistema donde la seguridad nacional se entrelaza con el sector privado.

Las Decisiones que Marcan un Conflicto Político

Las Big Techs no solo colaboran con sus gobiernos; también toman posiciones activas en conflictos internacionales. En algunos casos, su influencia puede asemejarse a la de pequeños Estados, con sus propias políticas internas, jerarquías y alcance global.

Un ejemplo reciente es el respaldo de Google a Israel durante los ataques del grupo Hamás en 2024. Según la revista Wired en su artículo Trabajadores de Google protestan por el apoyo de la empresa a las fuerzas armadas de Israel, el «Project Nimbus» de Google ofreció apoyo técnico al gobierno israelí, lo que desató una ola de protestas internas en la empresa. Mientras algunos empleados denunciaban las consecuencias devastadoras del conflicto, principalmente señalando que las víctimas palestinas superaban por mucho a las israelíes, otros cuestionaban la neutralidad ética de la compañía.

Además, la influencia de líderes empresariales con lazos religiosos, culturales o incluso, como parte de un plan del servicio de inteligencia, añade otra capa de complejidad. Según The Wall Street Journal en su artículo Silicon Valley’s Hot Talent Pipeline Is an Israeli Army Unit, muchos de los exmiembros de las Fuerzas de Defensa de Israel, o la Unidad 8200, han fundado o liderado empresas tecnológicas, especialmente en Sillicon Valley. Los casos documentados incluyen a Nir Zuk (Fundador de Palo Alto Networks) y Assaf Rappaport (exdirector general de Microsoft Israel R&D), representando cómo las conexiones personales pueden moldear las políticas corporativas en favor de intereses nacionales específicos, en este caso, Israel.

Tecnología en Sintonía con la Política Nacional

No solo Israel ha visto cómo las Big Techs se alinean con políticas nacionales. India también se ha beneficiado de la creciente presencia de gerentes de origen indio en Big Techs como Microsoft e IBM. Satya Nadella y Arvind Krishna, líderes de estas corporaciones, han estrechado la relación entre el gobierno de Narendra Modi y las grandes tecnológicas, atrayendo inversiones y fomentando el desarrollo de infraestructura digital.

Como parte de ese desarrollo, se encuentra programas como Aadhaar, un sistema de identidad digital. Sin embargo, Aadhaar no ha estado exento de críticas. Según el economista Jean Drèze, este programa podría ser una herramienta de espionaje masivo que compromete la privacidad de los ciudadanos, tal como detalla en su artículo Hello Aadhaar, Goodbye Privacy para The Wire.

En regímenes alternativos a las democracias liberales, la influencia de las Big Techs adopta otra forma. Huawei, el gigante tecnológico chino, ha sido acusado repetidamente de espionaje a favor del gobierno de su país, tema que abordamos en el capítulo 4 de la serie Servicios de Inteligencia Alrededor del Mundo. Aunque la empresa niega estas acusaciones alegando que son mitos creados por sus rivales, gobiernos como los de Estados Unidos y Reino Unido han prohibido sus equipos en redes de telecomunicaciones, citando preocupaciones de seguridad nacional.

Huawei, al ser respaldada por fondos estatales, ilustra cómo una compañía puede convertirse en un brazo extendido de la estrategia geopolítica de una nación, especialmente en el contexto de la rivalidad tecnológica entre China y Estados Unidos. En el siguiente capítulo, nos adentramos más en el mundo de las Big Techs, específicamente, en las que dan el servicio de redes sociales. Aquí, veremos las estrategias utilizada tanto por la misma empresa, como por los usuarios para manipular la opinión pública.

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