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Lucha en África por el Cobalto y el Coltán

Ilustración de África rota

Tabla de contenidos

En el capítulo anterior, exploramos cómo el agua, un recurso esencial para la vida, se ha convertido en un eje estratégico que alimenta conflictos geopolíticos. Vimos cómo regiones enteras están al borde de guerras por el control de sus reservas, un panorama que pone en evidencia la relación entre escasez y poder. Ahora, siguiendo esta línea, nos adentramos en uno de los continentes más golpeados por la historia, pero también uno de los más ricos en recursos naturales: África. Su riqueza, paradójicamente, no ha traído prosperidad a todos sus habitantes, sino que ha convertido al continente en el epicentro de una lucha feroz por minerales estratégicos.

África alberga algunos de los tesoros más codiciados para la industria tecnológica y militar: coltán, cobalto y uranio. Estos minerales no solo impulsan la innovación en dispositivos electrónicos, automóviles eléctricos y armamento, sino que también alimentan conflictos, tensiones políticas y crisis humanitarias. En este terreno hostil, potencias extranjeras, guerrillas locales y actores privados luchan por dominar las minas, dejando a su paso un rastro de inestabilidad.

Los recursos estratégicos en el ojo de la tormenta

El coltán, un mineral clave para fabricar condensadores eléctricos utilizados en dispositivos electrónicos como nuestros celulares; y el cobalto, usado en baterías de iones de litio que alimentan automóviles eléctricos, colocan a la República Democrática del Congo (RDC) en el centro del tablero geopolítico. Este país concentra cerca del 60% y 70% de las reservas mundiales de estos minerales respectivamente. Pero su riqueza no es un regalo; es una maldición. Desde finales de los años 90, el ambos minerales han financiado conflictos armados que devastaron a la RDC durante la Segunda Guerra del Congo, conocida como la “Guerra Mundial Africana”.

En estos enfrentamientos, lejos de las causas entre rivalidades étnicas, diversos grupos armados locales y extranjeros han utilizado el tráfico del mineral para financiar sus actividades paramilitares, mientras las comunidades sufren las peores consecuencias. Personas forzadas a trabajar en condiciones inhumanas, desplazamientos masivos y la explotación indiscriminada de las tierras son solo algunos ejemplos del costo humano de esta carrera por el control.

Segunda Guerra del Congo, África
Mapa de la llamada «Guerra Mundial Africana» dentro del periodo de 2001-2003 (Fuente: Second Congo War 2001 map vector.svg: Uwe Dedering (discusión · contribs.)derivative work: Rowanwindwhistler (discusión) – Second Congo War 2001 map vector.svg, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=45035366)

Golpes de Estado y minerales en el Sahel

El Sahel, esa vasta región al sur del desierto del Sahara, es hoy un escenario de complejas rivalidades geopolíticas. Países como Malí y Burkina Faso han vivido golpes de Estado que, aunque revestidos de discursos políticos y nacionalistas, tienen una raíz profunda en el control de minas estratégicas. Entre ellas, más allá que el cobalto y el coltán, también destacan las de uranio y plutonio, esenciales para la generación de energía nuclear y la fabricación de armamento.

Francia, como antigua potencia colonial de estos territorios, ha mantenido una fuerte presencia en el Sahel, especialmente en Níger, donde controlaba importantes minas de uranio. Sin embargo, en 2023, un golpe militar en Níger agitó las aguas al denunciar que las riquezas naturales del país estaban siendo explotadas injustamente por empresas francesas. Los líderes golpistas acusaron a Francia de mantener su control mediante maniobras políticas y, en algunos casos, mediante el apoyo indirecto a grupos yihadistas para justificar su presencia militar en la región.

Además, este giro de políticas en los gobiernos del Sahel, al compartir un sentimiento panafricanista entre sus nuevos líderes, han desarrollado una asociación de cooperación militar llamada Alianza de los Estados del Sahel (AES). La AES se creó el 16 de septiembre de 2023 tras el golpe de estado en Níger que mencionamos anteriormente, esto debido a que la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) amenazó con intervenir militarmente en Níger para restaurar el gobierno civil. Actualmente, esta alianza integra los países de Malí, Níger y Burkina Faso, quienes buscan establecerse como una confederación que quiere construir un bloque económico moderno.

Alianza del Sahel
Mapa de la Alianza del Sahel (Fuente: Lukt64, CC BY-SA 4.0 https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0, via Wikimedia Commons)

China y su papel en la competencia por los recursos

En medio de esta disputa global, China ha emergido como un jugador clave en la extracción de minerales estratégicos. A través de inversiones masivas y acuerdos bilaterales, Beijing ha asegurado su acceso a reservas críticas en países como Zambia, Guinea y la RDC. Según el medio Política Exterior, en Zambia, las empresas chinas controlan gran parte de la industria minera del cobre, un recurso esencial para múltiples industrias.

En Guinea, China ha cerrado acuerdos para explotar las minas de bauxita, indispensables para producir aluminio. Aunque estos pactos han garantizado ingresos inmediatos al país africano, han sido criticados por ser desventajosos a largo plazo. Algunos argumentan que, si estos países explotaran sus recursos de manera independiente, podría obtener mayores beneficios y reducir su dependencia de actores externos.

África, con su riqueza mineral y su complejidad política, no solo es el escenario de una competencia voraz por el control de recursos estratégicos, sino también un recordatorio de cómo el desarrollo y el conflicto suelen ir de la mano en un mundo donde los intereses económicos dictan las reglas del juego. En el siguiente capítulo, veremos cómo el continente asiático ha equilibrado su control sobre los recursos energéticos y tecnológicos. No olvides de seguir nuestra serie Batalla por los Recursos Naturales.

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