En esta ocasión, Goberna tiene el placer de presentar una nueva serie: La Batalla por los Recursos Naturales. Este apasionante proyecto consta de diez capítulos diseñados para explorar cómo la lucha por los recursos naturales influye en la geopolítica y moldea las estrategias políticas y militares de los países. Desde el agua que bebemos hasta los minerales en nuestros dispositivos electrónicos, la naturaleza ofrece una vasta riqueza que ha permitido a las sociedades evolucionar. Empero, estas riquezas son limitadas y, por lo tanto, intensamente disputada en la geopolítica.
Para comenzar este viaje, nos enfocamos en un recurso que parece tan común y cotidiano, pero cuya importancia es vital y cada vez más estratégica: el agua. En este primer capítulo, nos adentramos en los desafíos de la escasez de agua y cómo este bien esencial se ha convertido en una herramienta de poder que influye en conflictos internacionales, tensiones sociales y políticas de desarrollo. Siendo uno de los mayores desafíos del siglo XXI.
El agua como herramienta geopolítica
A lo largo de la historia, el agua ha sido sinónimo de vida, desarrollo y estabilidad. Sin agua no hay agricultura, ni industria, ni posibilidad de vida, por lo que garantizar su acceso es una cuestión de seguridad nacional. No obstante, en el mundo contemporáneo, la creciente demanda y la disminución de reservas han transformado al agua en un recurso vital para la supervivencia de las naciones. Garantizar su acceso ya no es solo una cuestión ambiental, sino que ahora es un activo geopolítico.
En el ámbito internacional, grandes corporaciones y gobiernos han comenzado a tratar el agua como un bien estratégico. Un ejemplo claro es la controvertida declaración del exCEO de Nestlé que se interpretó como un argumento de que el agua no debería considerarse un derecho humano, sino un bien económico que debe ser privatizado. Aunque Nestlé ha buscado explicar a lo que realmente se refería, esta perspectiva ha dado lugar a tendencias preocupantes, como la cotización del agua en el mercado de futuros de Wall Street, lo que la convirtió en una mercancía más en el tablero económico global.
Las consecuencias de la escasez de agua
La falta de acceso al agua tiene un impacto devastador en todos los niveles. Dentro de un país, provoca inestabilidad social, crisis económicas y problemas de salud pública. Por ejemplo, lo vemos en las sequías prolongadas que contribuyen la migración masiva de personas dedicadas a la agricultura, desencadenando crisis alimentarias. Por ejemplo, la cuenca del Lago Chad en África ha perdido el 90% de su volumen en los últimos 50 años, obligando a millones de personas a migrar, lo que genera tensiones sociales.
A nivel internacional, el agua también es fuente de conflictos entre países. Ríos como el Nilo y el Éufrates, que atraviesan varias naciones, son motivo de disputas por el control de sus caudales. En Oriente Medio y el norte de África, la gestión del agua es crucial para la estabilidad regional, pues quien controle las fuentes hídricas tendrá una ventaja estratégica decisiva.
En el sur de África, un caso emblemático es el de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, que en 2018 estuvo a punto de quedarse sin agua en el famoso «Día Cero». Aunque la crisis fue evitada, el evento marcó un precedente que ilustra cómo la escasez hídrica puede paralizar a una ciudad y poner en jaque a una nación entera. Irán, Irak y Jordania no se quedan atrás, estas naciones del Medio Oriente también enfrentan problemas similares, con el agotamiento de acuíferos y la disminución del caudal de sus principales ríos.
Conflictos militares por el agua
El agua no solo genera tensiones; también puede ser un detonante directo de conflictos armados. Un ejemplo destacado es la disputa entre Egipto y Etiopía por la Gran Presa del Renacimiento Etíope, construida en el Nilo Azul. Mientras Etiopía considera esta presa clave para su desarrollo, Egipto la percibe como una amenaza a su supervivencia, dado que depende casi en su totalidad del caudal del Nilo. A pesar de los esfuerzos de mediación por parte de Sudán, las negociaciones siguen siendo tensas, y el riesgo de un enfrentamiento militar permanece latente.
En Asia, China ha utilizado la construcción de represas en los ríos Mekong y Brahmaputra como una herramienta de influencia geopolítica. Estas infraestructuras, que alteran significativamente los flujos de agua, han generado tensiones con países vecinos como India, Tailandia y Vietnam, que dependen de estos ríos para actividades cruciales como la agricultura y la pesca. El control del agua por parte de China es visto como un movimiento estratégico para consolidar su poder en la región, dejando a sus vecinos en una posición vulnerable.
La lucha apenas comienza
El agua, ese recurso que damos por sentado en nuestra vida diaria, se ha convertido en uno de los ejes principales de la política internacional. Desde acuerdos de cooperación hasta conflictos armados, su importancia no hace más que crecer a medida que la población mundial aumenta y el cambio climático exacerba la escasez en muchas regiones.
En el siguiente capítulo, nos trasladamos a los vastos territorios de África, donde los minerales, como el cobalto y el coltán, han definido décadas de conflictos, alianzas y estrategias geopolíticas. ¡Acompáñanos en este fascinante recorrido por la Batalla por los Recursos Naturales!
2 respuestas
Excelente enseñanza
Te invitamos a leer toda la serie donde desarrollaremos los recursos estratégicos de cada continente