¿Por qué el Vaticano es una potencia mundial sin ejército ni riqueza?
La reciente muerte del Papa Francisco ha conmocionado al mundo católico y reavivado una pregunta clave que rara vez se plantea con claridad: ¿cómo es posible que un Estado de menos de medio kilómetro cuadrado, sin ejército ni grandes riquezas, siga teniendo un peso determinante en la política mundial? Con la partida de un Pontífice que desafió al statu quo, dialogó con regímenes comunistas y denunció las injusticias del capitalismo