Corea del Norte es, sin duda, uno de los países más herméticos del mundo. Su sociedad está organizada bajo principios que priorizan la autosuficiencia y la lealtad al Estado, por lo que el país ha desarrollado una expresión artística propia -que envuelve a Pochonbo-, una que responde no solo a las tradiciones coreanas, sino también a la ideología política que ha definido al régimen: el Juche. A diferencia de otras naciones donde la industria musical evoluciona con tendencias globales, en Corea del Norte la música cumple un rol educativo y patriótico, diseñado para fortalecer la identidad nacional y transmitir los valores del sistema.
Sin embargo, esto no significa que la innovación musical haya estado ausente. En los años 80, mientras en otras partes del mundo el pop electrónico y el uso de sintetizadores transformaban la industria, Corea del Norte desarrolló su propia versión de este fenómeno. Así nació la Orquesta Electrónica Pochonbo (보천보전자악단 / Pochonbo Electronic Ensemble), un grupo que combinó instrumentos modernos con sonidos tradicionales para producir algunas de las canciones más representativas del país. Su legado no solo dejó huella en la historia musical norcoreana, sino que también reflejó la evolución cultural dentro del marco de su propio sistema.
Historia de la música en Corea del Norte vs. Corea del Sur – K-Pop
Hasta mediados del siglo XX, la música de Corea del Norte y Corea del Sur compartía la misma raíz cultural, basada en la tradición y en géneros como el trot, influenciado por la música japonesa. Sin embargo, la división de la península en 1945 marcó el inicio de dos caminos completamente distintos, no solo a nivel político, sino también en la manera en cómo la música evolucionó en cada país. En Corea del Sur, la apertura al mundo permitió el surgimiento de un ecosistema musical diverso y dinámico. Desde la balada romántica hasta el explosivo K-pop, la industria surcoreana se transformó en una potencia global, moldeando tendencias y conquistando audiencias a nivel internacional.
En Corea del Norte, en cambio, la música se desarrolló bajo un enfoque muy distinto. Más que una industria del entretenimiento, fue concebida como una herramienta de educación política y un canal para reforzar la identidad nacional. Las canciones norcoreanas no solo rescatan elementos de la música tradicional, sino que también exaltan los valores del país, la autosuficiencia y el liderazgo de la familia Kim. Las influencias extranjeras son estrictamente reguladas y lejos de tratarse de un simple acto de censura, esta política responde a la idea de que el arte debe servir a la construcción de la nación y fortalecer el espíritu del pueblo.
Aun así, el aislamiento no impidió que la música norcoreana tuviera ciertos puntos de contacto con las tendencias globales -como vimos en la introducción-. En los años 80, mientras en Occidente el synth-pop y el pop electrónico definían la escena musical, es en Corea del Norte donde surgió la Orquesta Electrónica Pochonbo, un grupo que modernizó el sonido nacional incorporando sintetizadores, guitarras eléctricas y baterías electrónicas. Aunque sus canciones estaban alineadas con la ideología del país, el estilo musical recordaba a los éxitos de la época en América y Europa. Sus melodías pegajosas y arreglos electrónicos demostraron que, incluso dentro de un sistema cerrado, la evolución musical era inevitable.
Incluso, es curioso como en las últimas décadas a pesar que la apertura cultural sigue siendo un tema restringido, han existido momentos en los que la música extranjera, especialmente la surcoreana, ha logrado cruzar la frontera. Un ejemplo notable ocurrió en 2018, cuando el grupo femenino de K-Pop Red Velvet se presentó en Pyongyang como parte de un evento de intercambio cultural entre ambas Coreas. Aunque este tipo de aperturas siguen siendo excepcionales, evidencian que el panorama musical en Corea del Norte no es completamente estático.
La historia de Pochonbo y sus integrantes
Como mencionamos, en la Corea del Norte de los años 80, surgió un grupo que marcaría un antes y un después en la escena musical del país: la Orquesta Electrónica Pochonbo. Fundada el 4 de junio de 1985, el mismo día en que se conmemoraba la Batalla de Pochonbo, esta banda representó una modernización en la música revolucionaria norcoreana.
Lo que hacía única a Pochonbo era la manera en que lograron adaptar las influencias globales al contexto norcoreano. Mientras las bandas militares y los coros patrióticos dominaban la escena de los países comunistas, Pochonbo apostó por sintetizadores, guitarras eléctricas y teclados electrónicos, acercándose a los estilos del pop ochentero y el synth-pop que triunfaban en Occidente. Por ello, en la actualidad, los que escuchan esta música bautizaron la estética como Juchewave y Laborwave recopiladas en su propio spotify, siendo una referencia al estilo Vaporwave que readapta y rescata las canciones occidentales de los 80’s.
El grupo de Pochonbo estaba compuesto por una amplia variedad de músicos y vocalistas, muchos de ellos reconocidos como «Artistas del Pueblo» o «Actores y Actrices Meritorios», títulos honoríficos otorgados a los artistas más destacados del país. Entre los miembros más conocidos se encuentran:
- Ri Pun-hui, una de las vocalistas más destacadas, admirada por su potencia vocal y expresividad.
- Ryu Jin-a, otra cantante que gozó de gran reconocimiento entre el público norcoreano.
- Hyon Song-wol, vocalista que más tarde sería asociada a la Orquesta Moranbong y ha sido vista en eventos oficiales junto a Kim Jong-un.
- Kim Kwang-suk (1964–2018), considerada una de las figuras más importantes de la banda ya que también fue una cantante, es reconocida con el título de «Artista del Pueblo». Incluso cantó una versión de la canción «Brother Louie» del dúo alemán Modern Talkin
- Kim Hae-song, Kim Mun-hyok y Kwon Kyong-hak, quienes se encargaban de los sintetizadores y los arreglos electrónicos, dándole ese sonido característico a la orquesta.
- Jon Kwon y Jang Jong-won, pianistas y directores musicales de gran influencia dentro del grupo.
- Ri Jong-o (1943–2016), compositor y director, premiado con la Orden de Kim Il-sung y el título de «Héroe del Trabajo», un reconocimiento máximo dentro del país.
- Hwang Jin-yong (1959-2025), compositor de varias de las canciones más emblemáticas del grupo.
A lo largo de los años, la Orquesta Electrónica Pochonbo lanzó 182 volúmenes de música, equivalentes a 186 álbumes, y muchas de sus canciones se convirtieron en clásicos dentro de la radio norcoreana. La banda incluso realizó una gira en Japón en 1991, como parte de un intercambio cultural con la comunidad coreana en ese país, un evento poco común para artistas norcoreanos.
Las canciones más populares de Pochonbo
A lo largo de los aniversarios de la creación de Corea del Norte, la Orquesta Electrónica Pochonbo produjo una gran cantidad de canciones que reflejaban los ideales del Estado norcoreano, combinando melodías pegajosas con letras que exaltaban el liderazgo, el socialismo y la resiliencia nacional. Muchas de estas composiciones se convirtieron en himnos dentro del país, interpretadas en eventos oficiales y transmitidas constantemente por los medios estatales. Algunas de las más icónicas incluyen:
- «Song of General Kim Il-sung» (김일성 장군의 노래) – Se trata de un himno patriótico que exalta el liderazgo del fundador de la nación y el espíritu inquebrantable de sus seguidores.
- «My Country is the Best» (내 나라 제일로 좋아) – Es una canción que enaltece la autosuficiencia del modelo socialista norcoreano y la lealtad del pueblo al sistema.
- «Song of General Kim Jong-il» (김정일 장군의 노래) – Es una canción dedicada al hijo de Kim Il-sung y sucesor del régimen, reforzando su imagen como líder visionario.
- «Chollima on the Wing» (날개 달린 천리마) – Inspirada en la ideología del Movimiento Chollima, que promovía el desarrollo acelerado del país a través del esfuerzo colectivo.
- «The Train of the Reunification Runs» (통일열차 달린다) – Es una de las pocas canciones que aborda el anhelo de reunificación de Corea, enmarcado dentro de la narrativa oficial del régimen.
Más allá de su valor musical, estas canciones también cumplieron un propósito estratégico dentro del sistema de información del Estado. Al igual que en otros países donde la música ha sido utilizada en operaciones psicológicas (PSYOPS) para influir en la moral y la percepción colectiva, en Corea del Norte la música ha jugado un papel crucial en la formación ideológica de la población. Las letras repetitivas y los arreglos vibrantes no solo buscaban entretener, sino también reforzar los principios del régimen y fomentar un sentido de identidad nacional alineado con sus valores.
¿Qué pasó con la Orquesta Pochonbo?
A pesar de su enorme popularidad en los años 80 y 90, la orquesta desapareció misteriosamente alrededor de 2013. Aunque no hubo un anuncio oficial sobre su disolución, algunos expertos creen que fue reemplazada por la Orquesta Moranbong, un grupo más moderno con una estética más occidentalizada, promovido directamente por Kim Jong-un. Esta transición se habría dado como parte de una renovación de la imagen cultural del país, ajustando la propaganda musical a los nuevos tiempos.
Sin embargo, también se ha especulado que la desaparición de Pochonbo pudo haber estado relacionada con la caída en desgracia de algunos de sus integrantes. En Corea del Norte, los artistas son considerados representantes del Estado, y cualquier desavenencia con el régimen puede significar desde la pérdida de su estatus hasta la reeducación. Como ocurre con muchos aspectos de la cultura norcoreana, la información sobre sus miembros es limitada y contradictoria. Algunos nombres dejaron de mencionarse en los medios estatales, y en reemisiones de sus conciertos, lo que ha alimentado diversas teorías sobre su destino.
A pesar de estas incógnitas, Pochonbo dejó un legado difícil de ignorar. Más allá de su papel dentro de la propaganda, representó una transición en la música norcoreana, fusionando lo tradicional con lo electrónico en un estilo que marcó una era. Aunque su desaparición sigue siendo un misterio, sus canciones continúan sonando en la radio estatal, asegurando que su influencia, de una forma u otra, siga presente en la memoria musical de Corea del Norte.
Conclusión
La historia de la Orquesta Electrónica Pochonbo es un reflejo de cómo la música puede ser utilizada más allá del entretenimiento, convirtiéndose en un vehículo de identidad nacional y un instrumento de comunicación política. Si bien su función principal era reforzar la ideología del régimen, su impacto musical trascendió las fronteras de la propaganda, dejando un sonido distintivo que, dentro de su propio marco, modernizó la música norcoreana. En un país donde el arte está regulado por el Estado, Pochonbo logró combinar elementos tradicionales con sonidos electrónicos innovadores, adaptando de manera singular tendencias globales sin romper con las directrices oficiales.
Aunque su desaparición sigue siendo un misterio, la influencia de Pochonbo no ha desaparecido por completo. Sus canciones continúan sonando en la radio estatal y en actos conmemorativos, mientras que su estilo ha sido retomado en ciertos círculos de nicho bajo el concepto de Juchewave y Laborwave, una estética que reinterpreta el sonido ochentero de Corea del Norte con una visión contemporánea. Su legado demuestra que, incluso dentro de un sistema cerrado, la música encuentra formas de evolucionar y dejar una huella en la cultura de su tiempo.
Un comentario
No sabía que existía un spotify específico para este tipo de música, que increíble