América Latina entrará en una intensa secuencia de elecciones presidenciales entre agosto de 2025 y noviembre de 2026, con comicios presidenciales decisivos en países tan diversos como Bolivia, Chile, Haití, Costa Rica, Perú, Colombia, Brasil y Nicaragua. Cada elección se convierte en un termómetro del clima político regional y un punto de inflexión para temas como la gobernabilidad, la estabilidad macroeconómica y la agenda social. Para quien busca información -votantes en el exterior, medios de comunicación, inversionistas o simples ciudadanos- disponer de un calendario claro y comparativo evita la sobresaturación de titulares y ayuda a seguir las campañas con un enfoque estratégico.
Desde la perspectiva de la consultoría política y el marketing electoral, este panorama anticipado es oro puro ya que permite diseñar análisis de opinión pública, mapear objetivos de comunicación y calendarizar contenidos con la antelación suficiente para influir en la conversación pública. Un artículo que reúna todas las fechas clave se convierte en herramienta imprescindible para asesores de campaña, periodistas especializados y académicos que evalúan la salud democrática de la región. Con esa brújula en la mano, el lector no solo sabrá “cuándo se vota”, sino por qué cada cita electoral impacta en su realidad inmediata y cuáles son los puntos críticos que exigen un seguimiento profesional y responsable.
Calendario rápido de elecciones presidenciales en América Latina
Ocho países latinoamericanos acudirán a las urnas para elegir a su próximo jefe de Gobierno. Por lo tanto, hemos realizado la siguiente lista ordenada cronológicamente incorporando observaciones claves que hay que tener en cuenta en cada una de ellas.
Fecha | País | Observaciones clave |
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17 de agosto del 2025 | Bolivia | Elección presidencial y legislativa; fuerte disputa interna en el MAS. |
15 de noviembre del 2025 | Haití | Primeros comicios presidenciales desde 2016, parte del plan de retorno institucional donde el país se ha visto sumamente devastado tras la toma de zonas por bandas armadas. |
16 de noviembre del 2025 | Chile | Estrena voto obligatorio en ambas rondas; se renueva parte del Congreso. |
30 de noviembre del 2025 | Honduras | Elección presidencial en una sola vuelta; será clave el voto en el exterior. |
1 de febrero del 2026 | Costa Rica | Tradicional primera vuelta el primer domingo de febrero; 40 % requerido para evitar balotaje. |
12 de abril del 2026 | Perú | Primera elección con Congreso bicameral restaurado; balotaje si nadie supera 50 %. La presidenta actual tiene el porcentaje de confianza más bajo del mundo. |
31 de mayo del 2026 | Colombia | Calendario oficial de la Registraduría; Petro no puede reelegirse. |
4 de octubre del 2026 | Brasil | Jornada unificada: presidencia, Congreso y gobernadores el mismo día. |
Por definir, pero antes del 1 de noviembre del 2026 si no hay cambios constitucionales | Nicaragua | La Constitución fijaba el primer domingo de noviembre de 2026, pero reformas (2024-25) buscan aplazar la elección a 2027. |
Panorama general de las presidenciales 2025
El calendario latinoamericano de 2025 concentra tres comicios presidenciales clave. Bolivia abrirá la temporada el 17 de agosto, seguida por Haití el 15 de noviembre y Chile el 16 de noviembre. Aunque son procesos muy distintos -desde la pugna intra-partidaria boliviana, pasando por la reconstrucción institucional haitiana, hasta la primera elección chilena con voto obligatorio en más de una década-, los tres definirán el rumbo político y económico de la región en plena pospandemia y en un contexto global de desaceleración económica.
Elecciones presidenciales Bolivia – 17 de agosto de 2025
La campaña se ha convertido en un pulso interno dentro del Movimiento al Socialismo (MAS). El presidente Luis Arce y el exmandatario Evo Morales rompieron públicamente; la facción “evista” intenta forzar la candidatura de Morales pese a la sentencia que limita a dos mandatos consecutivos, mientras el Tribunal Supremo Electoral lo inhabilitó y, de paso, suspendió también al presidente del Senado Andrónico Rodríguez. La medida, denunciada como “lawfare” por los sectores afines a Morales, profundizó el clima de protestas y amenazas de bloqueo en las rutas andinas.
El 17 de agosto se elegirá presidente, vicepresidente y la totalidad de la Asamblea; si nadie supera el 50 % (o el 40 % con 10 puntos de ventaja), el balotaje será el 19 de octubre. Arce, impedido de competir por la fractura interna, respalda al ministro Eduardo del Castillo; la oposición, aún disgregada, apuesta a figuras como Carlos Mesa o Samuel Doria Medina. En la diáspora (casi un millón de votantes) el empadronamiento consular cierra 90 días antes del sufragio y suele inclinarse a favor de los partidos moderados.
Elecciones presidenciales Haití – 15 de noviembre de 2025
Nueve años sin elecciones y una capital controlada en gran parte por bandas armadas convierten a la votación haitiana en la cita más incierta del año. El Consejo Presidencial de Transición -instalado en 2024 tras la dimisión de Ariel Henry- fijó el 15 de noviembre para los comicios y se comprometió a entregar el poder el 7 de febrero de 2026. Sin embargo, analistas advierten que solo ocho de los diez departamentos podrían votar con cierta normalidad si la violencia no cede.
La ONU y la CARICOM presionan para desplegar una misión policial multinacional que despeje los centros de votación; los plazos lucen ajustados ante la falta de fondos y de tropas. Mientras tanto, la comisión electoral provisional debe publicar en el segundo semestre el reglamento de inscripción de candidatos y el protocolo para más de dos millones de haitianos en la diáspora, cuyo voto podría resultar decisivo para legitimar el resultado.
Elecciones presidenciales Chile – 16 de noviembre de 2025
Será la primera presidencial con voto obligatorio desde 2012 y sin posibilidad de reelección inmediata para el presidente Gabriel Boric. El panorama muestra un corrimiento hacia la derecha tras diversas encuestas que dan ventaja temprana a la alcaldesa de Santiago, Evelyn Matthei, mientras José Antonio Kast (Partido Republicano) mantiene un núcleo duro cercano al 25 %. El progresismo, reunido en el pacto Unidad por Chile, celebrará primarias el 29 de junio para elegir a su abanderado entre figuras como la ministra del Interior Carolina Tohá o la ministra del Trabajo Jeannette Jara. Mientras que el bloque marxista liderado por Eduardo Artes sufre complicaciones para poder postular-
La campaña girará en torno a la seguridad pública, el estancamiento económico y la reforma previsional, ejes que han erosionado la popularidad del gobierno. Más de 15 millones de electores deberán concurrir obligatoriamente a las urnas, lo que podría incrementar la participación hasta niveles pre-2012. De no haber mayoría absoluta, el Servel convocará a balotaje el 14 de diciembre.
Elecciones presidenciales Honduras – 30 de noviembre de 2025
Tras la elección de Xiomara Castro en 2021, Honduras volverá a las urnas el 30 de noviembre de 2025 para escoger presidente, 128 diputados y 298 alcaldes en una sola vuelta (gana quien obtenga la mayor cantidad de votos simples). El proceso arrancó formalmente con primarias legales el 9 de marzo de 2025, donde cada partido definió a su abanderado: el oficialista LIBRE se inclinó por la exministra Rixi Moncada, el Partido Nacional ratificó al exalcalde capitalino Nasry “Asfura” y el Partido Liberal ungió al presentador Salvador Nasralla. La campaña estará atravesada por la instalación de la CICIH respaldada por la ONU, la violencia de las maras y la desaceleración económica que deja la pandemia.
De aquí a noviembre, el Consejo Nacional Electoral desplegará un cronograma que incluye depuración del censo, sorteo de integración de mesas y debates televisivos avalados por la Ley Electoral. Con la reelección presidencial prohibida, LIBRE buscará retener el poder apoyándose en los programas sociales de Castro, mientras la oposición intentará capitalizar el malestar por la inseguridad y los apagones. El voto en el exterior podría inclinar la balanza, pues más de 800 000 hondureños están habilitados para empadronarse fuera del país. Para analistas, la clave será la participación: si supera el 60 %, se reduciría la brecha clientelar y aumentaría la competitividad del resultado.
Panorama general de las presidenciales 2026
El año 2026 pondrá a prueba la diversidad política latinoamericana con cinco comicios presidenciales ya convocados. Cada elección llega con su propia encrucijada: desde la inédita popularidad de un outsider que no puede reelegirse en San José, pasando por la atomización partidaria limeña y el relevo del primer gobierno de izquierda en Bogotá, hasta el eventual duelo Lula-versus-derecha en Brasil. En paralelo, Managua dilata los comicios para afianzar al régimen Ortega-Murillo, lo que deja a la OEA sin margen de observación. Estas fechas, más las primarias y los plazos de inscripción que comienzan a correr, marcan el pulso del trabajo de consultoría y de las coberturas mediáticas regionales.
Elecciones presidenciales Costa Rica – 1 de febrero de 2026
La Constitución costarricense fija el primer domingo de febrero como día de elección presidencial y legislativa, y el Tribunal Supremo de Elecciones ya publicó el cronograma oficial para 2026. Rodrigo Chaves, que gobierna desde 2022, no puede buscar la reelección inmediata, por lo que el oficialismo explora un nuevo vehículo partidario mientras se distancia del PPSD que lo llevó al poder.
En la oposición, el histórico PLN celebrará una convención abierta en abril; nombres como Álvaro Ramos, Marvin Taylor y los diputados Carolina Delgado y Gilbert Jiménez compiten por la candidatura. También suenan rostros del “chavismo” -la ministra Marta Esquivel o la exministra Laura Fernández- y figuras liberales como Enrique Castillo. Seguridad ciudadana, costo de la vida y la pelea de Chaves con el Ministerio Público dominan la conversación, mientras el sistema de doble vuelta (40 % + 10 puntos) obliga a los partidos a tejer alianzas antes de mayo.
Elecciones presidenciales Perú – 12 de abril de 2026
Luego de desechar los intentos de adelantar los comicios tras las protestas de 2022-23, el Jurado Nacional de Elecciones mantiene la fecha del 12 de abril. Será la primera votación con Congreso bicameral desde 1992 y se hará bajo un clima de desconfianza institucional: la presidenta Dina Boluarte llega a 2025 con aprobación de un dígito y un Parlamento fragmentado.
El tablero de precandidatos es inusualmente amplio: Keiko Fujimori, Rafael López Aliaga, Martín Vizcarra y el periodista Phillip Butters ya tantean apoyos; mientras tanto la izquierda baraja a Guillermo Bermejo, el sector nacionalista a Antauro Humala y partidos de centro buscan un outsider competitivo. Las encuestas de Ipsos y CPI muestran a Fujimori y López Aliaga al frente, pero con un voto anti-sistema que ronda el 30 %. El regreso de la bicameralidad exigirá además listas diferenciadas por región, lo que eleva los costos de campaña y pone a la diáspora (3,2 millones de peruanos) como objetivo codiciado para el balotaje de junio.
Recuerden que tenemos tres artículos explicando las corrientes de derecha, izquierda y nacionalistas en el Perú.
Elecciones presidenciales Colombia – 31 de mayo de 2026
La Registraduría Nacional oficializó el calendario: primera vuelta el 31 de mayo y eventual balotaje tres semanas después. Gustavo Petro no puede repetir mandato y su Pacto Histórico intentará sostener la agenda de reformas con rostros como Gustavo Bolívar o Susana Muhamad. Mientras tanto, la carrera se abrió con los lanzamientos del exministro Mauricio Cárdenas y la periodista Vicky Dávila, ambos por firmas.
El espectro opositor es heterogéneo: la alcaldesa Claudia López sondea coalición de centro-verde; en la derecha, el Centro Democrático baraja a María Fernanda Cabal y Miguel Uribe -quien sufrió un atentado recientemente-, y sectores conservadores promueven al gobernador de Antioquia, Andrés Rendón. La inseguridad rural, la reforma pensional y los roces con el Congreso marcarán la campaña, que por primera vez permitirá voto electrónico piloto en 10 departamentos, reto logístico que ya prueba la Registraduría.
Elecciones presidenciales Brasil – 4 de octubre de 2026
El Tribunal Superior Electoral ratificó la fecha del 4 de octubre para los comicios generales. Luiz Inácio Lula da Silva está habilitado para buscar un cuarto mandato, aunque parte del PT impulsa a Fernando Haddad como relevo si la popularidad del presidente no mejora. Jair Bolsonaro sigue inhabilitado hasta 2030, pero mantiene influencia en el PL y respalda a su esposa, Michelle Bolsonaro, o al gobernador paulista Tarcísio de Freitas como carta de la derecha.
Las encuestas AtlasIntel y Paraná Pesquisas muestran escenarios muy abiertos: sin Lula, Tarcísio lidera; con Lula, el presidente y Bolsonaro aparecen en empate técnico. Seguridad, economía (reforma tributaria) y la presión internacional sobre la Amazonía serán ejes de una campaña que ocurrirá junto a elecciones legislativas y de gobernadores, amplificando los efectos de la polarización.
Elecciones presidenciales Nicaragua – ¿2026 o 2027?
La Constitución fijaba el primer domingo de noviembre de 2026, pero la reforma aprobada por la Asamblea Sandinista en enero de 2025 extendió un año el mandato de Daniel Ortega y Rosario Murillo y trasladó la cita a 2027. El cambio, justificado como “armonización con el nuevo periodo de seis años”, consolida el poder presidencial y elimina contrapesos al reestructurar 148 artículos de la Carta Magna.
Con la oposición encarcelada o en el exilio y la presencia de “voluntarios policiales” legalizada, los comicios se anuncian sin competencia real. La mesa de negociación con la OEA está congelada, y EE. UU. mantiene sanciones sobre funcionarios clave. Para analistas del continente, la principal incógnita ya no es quién ganará, sino si habrá condiciones mínimas que permitan siquiera evaluar la legitimidad de la votación diferida.
Claves para seguir la campaña
A partir de la publicación de los calendarios oficiales, la campaña de cada país entra en una secuencia previsible de hitos: convocatorias legales, inscripción de candidaturas, primarias internas, presentación de planes de gobierno, inicio de la propaganda en medios y, finalmente, los debates televisados y la “veda” que antecede a la votación. Llevar un tracking de esas fechas (y de los plazos de empadronamiento en el exterior) permite a periodistas, observadores electorales y equipos de campaña anticipar picos de atención pública, reservar pauta con mejor CPM y preparar contenidos “explainers” antes de que la conversación se sature.
Sin embargo, conocer el cronograma es solo el primer paso; lo crucial es interpretar en tiempo real la opinión pública. Aquí entran en juego las encuestas de intención de voto, los modelos de proyección basados en big data y el análisis de sentimiento en redes. Cruzar esos insumos con métricas de economía doméstica (inflación, empleo) y con coyunturas de seguridad o corrupción ayuda a detectar “ventanas narrativas” que pueden cambiar una elección en cuestión de días. Un buen consultor político sincroniza sus mensajes con esos hallazgos: ajusta creatividades, define territorios clave para el puerta a puerta, decide cuándo arriesgarse a un debate y cuándo, por el contrario, reforzar la agenda propia.
La consultoría política, por tanto, se convierte en el puente entre el dato y la acción: traduce métricas en storytelling, configura simulaciones de segunda vuelta, planifica respuestas ante crisis reputacionales y entrena portavoces para sostener la disciplina discursiva. En regiones con sistemas de doble vuelta , este trabajo resulta aún más valioso: se trata de conquistar electores nuevos sin alienar la base original y de tender alianzas que garanticen mayorías parlamentarias. Seguir la campaña con mirada estratégica; es por ello que no debes improvisar tu campaña, sino que debes contactar con profesionales y estás de suerte, porque los puedes conseguir haciendo Click Aquí.
Conclusiones
Las presidenciales de 2025-2026 dibujan un mapa electoral que atraviesa toda la región, desde la pugna interna del MAS en Bolivia hasta el eventual duelo de bloques ideológicos en Brasil, pasando por la incierta reconstrucción institucional haitiana, el debut del voto obligatorio en Chile, la fragmentación crónica peruana y el relevo del primer gobierno de izquierda en Colombia. Con los calendarios ya definidos (y la excepción nicaragüense, diferida a 2027), el escenario ofrece una pauta clara sobre cuándo se disparará la conversación pública y qué temas dominarán cada campaña: seguridad, estabilidad económica y gobernabilidad democrática.
Para la consultoría política, este horizonte común se convierte en un tablero estratégico: contar con las fechas permite sincronizar estudios de opinión, planificar creatividades y afinar mensajes que resuenen justo cuando el electorado presta más atención. En sistemas mayoritarios con dos vueltas, la capacidad de leer datos en tiempo real, prever alianzas y sostener un storytelling disciplinado marca la diferencia entre reaccionar al titular del día y moldear la agenda. En síntesis, un calendario electoral bien entendido no solo organiza la cobertura periodística; es la brújula que orienta decisiones tácticas, inversiones de campaña y análisis de riesgo para toda América Latina durante los próximos dieciocho meses.