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Conflicto India-Pakistán por Cachemira: Historia y Panorama 2025

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Las tensiones en el sur de Asia han vuelto a ocupar los titulares internacionales tras el ataque a un grupo de turistas en la disputada región de Cachemira. El incidente, atribuido por el gobierno de India a grupos terroristas apoyados por Pakistán, reavivó un conflicto que ha marcado la historia de ambos países desde su independencia en 1947. Este ataque evidenció la fragilidad de la paz en la región, y subrayó el papel de los servicios de inteligencia, tanto el indio -el Raw como, sobre todo, el pakistaní -el ISI-. Este último reconocido como uno de los más poderosos y enigmáticos del mundo, en el entramado de la violencia transfronteriza.

En el marco de una creciente rivalidad geopolítica, India y Pakistán se enfrentan no solo en el campo militar, sino también en un tablero estratégico que involucra potencias como China y Estados Unidos. Cachemira, una región de importancia geopolítica crucial, se convierte en el epicentro de esta disputa por el control y la influencia en el sur de Asia. Los enfrentamientos esporádicos, las violaciones al cese al fuego y la constante vigilancia por parte de ambos ejércitos reflejan un conflicto que parece estar lejos de resolverse, alimentado por intereses políticos, religiosos y estratégicos. Este panorama, marcado por tensiones nucleares y operaciones de inteligencia, redefine la estabilidad en la región y proyecta un escenario incierto para el futuro.

Cachemira
El mapa geopolítico de Cachemira muestra la división territorial entre India, Pakistán y China, evidenciando una de las disputas más complejas de Asia. Se identifican las áreas bajo control indio, como Jammu y Cachemira -color naranja-, y las regiones administradas por Pakistán, como Azad Cachemira y Northern Areas -en color verde-. Además, se observa el territorio de Aksai Chin -rayado en blanco-, controlado por China desde 1962, pero reclamado por India. Las fronteras están marcadas por la Línea de Control (LoC), que separa las zonas bajo dominio indio y pakistaní, y la Línea de Control Actual (LAC) entre India y China, que delimita Aksai Chin. El glaciar de Siachen, considerado la zona de conflicto militar a mayor altitud del mundo, se destaca como un punto estratégico ocupado por India desde 1984.

Contexto histórico de India y Pakistán

La historia de India y Pakistán se remonta a la época del Raj Británico, cuando ambas naciones formaban parte del vasto territorio controlado por el Imperio Británico. Desde principios del siglo XIX, Gran Bretaña consolidó su poder en el subcontinente indio, estableciendo un sistema colonial que abarcaba regiones diversas en cultura, religión y etnicidad. Durante más de un siglo, la Corona Británica explotó los recursos y sometió a la población local, mientras las tensiones entre comunidades hindúes y musulmanas se intensificaban bajo una política de «divide y vencerás». La situación alcanzó su punto de ebullición tras la Segunda Guerra Mundial, cuando la presión por la independencia se hizo insostenible para el Imperio.

En 1947, el sueño de independencia se hizo realidad, pero no sin un costo devastador. El proceso de partición dividió el subcontinente en dos naciones: India, de mayoría hindú, y Pakistán, concebido como un refugio para los musulmanes de la región. Cabe destacar que Pakistán estaba conformado por dos territorios separados geográficamente: Pakistán Occidental (el actual Pakistán) y Pakistán Oriental (hoy conocido como Bangladesh). Esta división, lejos de ser un proceso pacífico, desencadenó una de las migraciones más masivas y sangrientas de la historia, con millones de personas desplazadas y cientos de miles de muertes en medio de enfrentamientos sectarios.

Las tensiones entre India y Pakistán no tardaron en materializarse en conflictos armados. A lo largo de las décadas siguientes, ambos países protagonizaron enfrentamientos militares que marcaron su historia: la guerra de 1947-48 por Cachemira, el conflicto de 1965 y la guerra de 1971, esta última derivando en la independencia de Pakistán Oriental, -que se convirtió en Bangladesh dado a una de las operaciones de inteligencia y contrainteligencia más eficaces de la India. Además, la disputa por Cachemira se mantuvo como el epicentro del conflicto, una región estratégicamente ubicada y de mayoría musulmana, cuya adhesión a India nunca fue plenamente aceptada por Pakistán.

La imagen muestra las secuelas del atentado en Pulwama, Cachemira, ocurrido el 14 de febrero de 2019. En el ataque, un coche bomba explotó contra un convoy de la Policía de la Reserva Central de la India (CRPF), dejando un saldo de 40 agentes muertos y decenas de heridos. El atentado, reivindicado por el grupo militante Jaish-e-Mohammed, intensificó las tensiones entre India y Pakistán, desencadenando una serie de enfrentamientos militares y un incremento en la retórica bélica entre ambos países en aquel entonces como está ocurriendo el día de hoy. (Fuente: DW)

Guerras y líneas de control

El conflicto entre India y Pakistán por Cachemira se ha materializado en diversas guerras que han redefinido las fronteras y las tensiones políticas en el sur de Asia. A continuación, se detallan los principales enfrentamientos y su impacto en la región.

Guerra Indo-Pakistaní de 1947–48

La primera guerra entre India y Pakistán estalló poco después de la partición de 1947. El conflicto se originó por el futuro de Cachemira, un principado gobernado por un maharajá hindú, pero con mayoría musulmana. Ante la presión de fuerzas tribales y soldados pakistaníes, el maharajá decidió unirse a India a cambio de ayuda militar. Este pacto desató una guerra que se extendió hasta 1948, cuando la ONU intervino para mediar un alto al fuego, estableciendo la Línea de Control (LoC). Esta frontera de facto dividió Cachemira en dos administraciones: una parte bajo control indio y otra bajo control pakistaní. Sin embargo, el conflicto no quedó resuelto y la región continuó siendo un foco de tensión.

Guerra Indo-Pakistaní de 1965

El conflicto volvió a estallar en 1965, cuando Pakistán lanzó la «Operación Gibraltar» para infiltrar combatientes en Cachemira y provocar una insurgencia contra el control indio. La respuesta de India fue contundente, llevando la guerra más allá de Cachemira y atacando objetivos en Pakistán Occidental. Durante semanas, ambos ejércitos se enfrentaron en combates intensos que dejaron miles de bajas. La intervención de la ONU y el acuerdo de paz firmado en Tashkent en 1966 lograron frenar los enfrentamientos, pero no resolvieron las causas profundas del conflicto.

Guerra Indo-Pakistaní de 1971 y la independencia de Bangladesh

El conflicto de 1971 tuvo un trasfondo diferente: el movimiento independentista en Pakistán Oriental (actual Bangladesh) utilizado en una Operación Psicológica. La represión militar por parte de Pakistán Occidental desencadenó una crisis humanitaria que llevó a millones de refugiados a cruzar hacia India. En respuesta, India intervino militarmente, lo que desató una guerra a gran escala. El conflicto terminó con la victoria india y la independencia de Bangladesh, marcando un duro golpe para Pakistán y alterando el equilibrio geopolítico en el sur de Asia.

Insurgencia en Cachemira y tensiones nucleares (década de 1990)

La década de 1990 fue testigo de una intensificación en la insurgencia de Cachemira. Grupos militantes, apoyados en ocasiones por Islamabad, comenzaron una serie de ataques contra fuerzas indias en la región, elevando el conflicto a un nivel alarmante. Durante este periodo, Pakistán e India desarrollaron capacidades nucleares, lo que añadió un nuevo y peligroso componente al conflicto. Los enfrentamientos a lo largo de la Línea de Control se multiplicaron, y la posibilidad de una guerra nuclear se volvió un temor latente en la comunidad internacional.

Situación actual en Cachemira

La situación actual en Cachemira está marcada por un recrudecimiento de las tensiones tras la decisión del gobierno indio de revocar el Artículo 370 de su Constitución en agosto de 2019. Esta disposición otorgaba un estatus especial a Jammu y Cachemira, permitiéndole cierta autonomía en materia de leyes y gobernanza. La decisión de Nueva Delhi de eliminar esta condición provocó una ola de protestas en la región, enfrentamientos con las fuerzas de seguridad y un endurecimiento de la respuesta militar india. El gobierno justificó la medida como un paso necesario para integrar plenamente a Cachemira en la estructura política y económica de India.

A medida que India aumentaba su presencia militar en Cachemira, los incidentes fronterizos en la Línea de Control (LoC) se intensificaron. Los intercambios de disparos entre las fuerzas armadas de ambos países se volvieron rutinarios, y las acusaciones de apoyo a militantes insurgentes por parte de Pakistán se multiplicaron. En paralelo, Islamabad reforzó su cooperación con China, su principal aliado regional, para contrarrestar la influencia india. El Corredor Económico China-Pakistán (CPEC), un megaproyecto de infraestructura, se ha convertido en un eje estratégico que consolida la alianza entre ambos países, mientras genera preocupación en Nueva Delhi por el fortalecimiento militar y económico de su vecino.

En este escenario, el componente nuclear juega un papel determinante. Tanto India como Pakistán poseen arsenales nucleares capaces de destruirse mutuamente, lo cual disuade una guerra a gran escala, pero no impide los conflictos de baja intensidad. La constante amenaza de escalada nuclear obliga a ambos países a manejar el conflicto con extrema cautela, aunque las violaciones al cese al fuego y los incidentes militares siguen aumentando. La comunidad internacional ha intervenido en varias ocasiones, pero las resoluciones de la ONU sobre un referéndum en Cachemira siguen siendo ignoradas por India, que considera la región como una parte integral e innegociable de su territorio.

El 10 de mayo de 2025, las tensiones entre India y Pakistán alcanzaron un punto crítico tras el lanzamiento de la operación paquistaní «Bunyan al-Marsus», en represalia por los ataques indios previos. La escalada rápida tras el atentado hacia turistas en la zona de Cachemira se debió a la combinación de ataques directos, acusaciones cruzadas y la falta de diálogo efectivo, llevando a una situación de alto riesgo en la región.

Conclusiones

El conflicto entre India y Pakistán por Cachemira sigue siendo uno de los más prolongados y complejos del escenario internacional. Las tensiones históricas, combinadas con disputas religiosas y geopolíticas, han convertido a esta región en un polvorín constante, donde las operaciones militares, la insurgencia y la amenaza nuclear se entrelazan en un delicado equilibrio de poder. La revocación del Artículo 370 por parte de India ha intensificado aún más el conflicto, eliminando la autonomía de Jammu y Cachemira y provocando una reacción hostil por parte de Pakistán, que percibe esta decisión como una violación de los acuerdos internacionales y una agresión directa hacia los musulmanes de la región.

A pesar de los múltiples intentos de mediación internacional, el conflicto sigue sin una solución viable a corto plazo. La presencia militar en la Línea de Control, el apoyo a insurgencias y el desarrollo de armamento nuclear han consolidado un ambiente de desconfianza y hostilidad permanente. Mientras India refuerza su control sobre Cachemira, Pakistán continúa afianzando sus alianzas estratégicas con China, creando un equilibrio frágil que mantiene en vilo la estabilidad del sur de Asia. La situación en Cachemira, lejos de resolverse, parece estar encaminada a seguir siendo un escenario de confrontación en el siglo XXI.

Redacción Goberna

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