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Benedicto Jiménez: maestro de inteligencia y estrategia en Goberna que inspira a toda Hispanoamérica

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El 12 de julio de 2025, el Gobierno de Perú oficializó el ascenso de Benedicto Jiménez al grado de General PNP en retiro, mediante una resolución suprema firmada por la presidenta Dina Boluarte. Más que un gesto administrativo, la condecoración representa un acto de justicia histórica para quien fue el cerebro operativo detrás de la captura de Abimael Guzmán y la desarticulación de la cúpula de Sendero Luminoso. La figura de Jiménez resurge no solo como el hombre que venció al terror con inteligencia y contrainteligencia, sino como un maestro de estrategia que hoy forma a nuevas generaciones desde la Escuela de Inteligencia y Estrategia de Goberna.

La historia de Benedicto Jiménez también tiene un lugar esencial en el presente. Las circunstancias de debilidad que nos trae las redes del crimen transnacional, amenazas híbridas y crisis de gobernabilidad deben ser eliminadas a través de lo enseñado por Benedicto. Convertido en catedrático, comparte su conocimiento con alumnos de toda Hispanoamérica, quienes lo reconocen no solo por su legado, sino por su vocación docente. Desde las aulas de Goberna, su liderazgo continúa moldeando mentes estratégicas, recordándonos que la inteligencia es una forma superior de servicio a la patria.

De la captura de Abimael Guzmán a las aulas de Goberna

Benedicto Jiménez nació en Ica, en 1953, y se formó en Centro de Instrucción de la Policía de Investigaciones del Perú – CINPIP. Su carrera policial fue destacada desde los inicios, pero sería en la década de 1980 -durante los años más crudos de violencia- donde su nombre comenzaría a marcar un antes y un después en la historia del país. El Perú atravesaba entonces uno de los periodos más sombríos de su república: Sendero Luminoso había iniciado una guerra popular que arrasaba con la institucionalidad, sumía al país en el miedo y amenazaba con tomar el poder mediante el terror. Frente a esa amenaza, el Estado necesitaba más que fuerza: requería inteligencia, estrategia, paciencia. Y hombres capaces de asumir la lucha.

En ese contexto nació el GEIN (Grupo Especial de Inteligencia), una unidad que Benedicto Jiménez dirigió con absoluta disciplina y visión operativa. Mientras la DIRCOTE era presionada por la urgencia, el GEIN apostó por la investigación metódica y la infiltración silenciosa. Bajo su liderazgo, el grupo desarrolló uno de los más impresionantes sistemas de seguimiento e interpretación del comportamiento senderista: sabían qué leían, qué escribían, qué comían, cómo se desplazaban y en qué momento eran vulnerables. Cada pieza contaba, y cada error del enemigo era una oportunidad. Con mapas, fichas, grabaciones y vigilancia, el GEIN fue descifrando no solo los rostros sino los hábitos de la cúpula de Sendero.

El clímax de esta operación llegó el 12 de septiembre de 1992, cuando la cúpula senderista, incluido su líder Abimael Guzmán, fue capturada en una vivienda del distrito de Surquillo. Aquel golpe, impecable en ejecución e irrebatible en resultados, marcó el inicio del fin del proyecto de Sendero Luminoso. El país celebró. La prensa internacional destacó el operativo como un ejemplo de inteligencia policial. Y Benedicto Jiménez fue elevado al rango de héroe nacional, aunque con el tiempo su figura sería injustamente relegada de los reconocimientos oficiales.

Tras su paso por el GEIN, Jiménez pasó por distintos roles institucionales e incluso fue director de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI). Sin embargo, con los años encontró una nueva misión; la de transformar su experiencia operativa en conocimiento. De aquel combatiente del terror quedó un maestro dispuesto a enseñar lo aprendido en el terreno, con la convicción de que la inteligencia y contrainteligencia no debe ser un secreto entre pocos, sino un saber que se transmite y se multiplica. Así inició su tránsito hacia el mundo académico, hasta consolidarse como uno de los pilares de la Escuela de Inteligencia y Estrategia de Goberna.

Benedicto Jiménez como catedrático de inteligencia en Goberna

Convertido en referente académico, Benedicto Jiménez forma parte del equipo docente de la Escuela de Inteligencia y Estrategia de Goberna, una de las instituciones más importantes en la región para la formación de estrategas, analistas y operadores del sector público, policial y militar. Allí no solo dicta clases, sino que comparte una visión integral de la inteligencia como herramienta de estabilización democrática. Su rol como catedrático es, ante todo, el de un mentor que transmite experiencia viva. Con mirada serena pero firme, guía a sus alumnos por el mundo complejo de la inteligencia operativa, la planificación táctica y el pensamiento estratégico.

Jiménez participa activamente en diversos programas como el Diploma Internacional de Estrategias contra el Crimen Organizado Y Contraterrorismo, Diploma Internacional del Director de Seguridad y el Diploma Internacional en Inteligencia Operativa Policial y Seguridad Ciudadana, además de talleres y diplomados en geopolítica, ciberseguridad, operaciones psicosociales y estrategias contra el crimen organizado. Estos programas reúnen a estudiantes de toda Hispanoamérica -policías, militares, funcionarios públicos, asesores de seguridad y politólogos- que encuentran en él un símbolo viviente de cómo la inteligencia puede transformar la realidad.

Su método de enseñanza combina el análisis de casos reales, simulacros tipo war room, debates guiados y ejercicios de perfilamiento psicológico. Cada clase es una operación intelectual. Jiménez no repite teorías: revive escenarios, plantea dilemas, y obliga a sus alumnos a pensar como lo haría un estratega en campo. La rigurosidad de su formación está marcada por una consigna clara: “La inteligencia no es información acumulada; es saber actuar con ella”. En sus sesiones se aprende a observar, anticipar, interpretar y ejecutar. Enseña no solo a combatir amenazas, sino a prevenirlas desde el conocimiento.

Formando estrategas en todo el continente: el respeto de una generación

Las aulas de Goberna han sido el espacio donde Benedicto Jiménez ha formado a cientos de estudiantes provenientes de Colombia, México, Ecuador, Chile, Bolivia, Paraguay, y otros países de Hispanoamérica. La profundidad de su enseñanza y la fuerza de su ejemplo han convertido sus clases en una experiencia transformadora. Sus alumnos además de aprender técnicas de inteligencia; comprenden el valor de actuar con estrategia, ética y responsabilidad. La figura de Jiménez genera admiración y respeto, especialmente entre quienes han vivido en carne propia las amenazas del crimen organizado y la violencia en sus países.

Desde jóvenes egresados de ciencia política hasta oficiales en activo de unidades especiales, todos coinciden en la solidez de su enseñanza y en la humildad con la que transmite su experiencia. Muchos de ellos, al culminar sus programas, le escriben mensajes de agradecimiento. Otros le envían cartas, le dedican proyectos de investigación o comparten testimonios en redes sociales sobre lo que ha significado para ellos tenerlo como maestro. Algunos lo llaman “el maestro silencioso”, otros lo consideran “el ejemplo que faltaba en nuestras instituciones”. Todos reconocen en él a alguien que sabe lo que enseña, porque ha vivido lo que otros solo estudian.

En una época donde el conocimiento suele medirse por lo digital o lo académico, Benedicto Jiménez representa el valor del saber forjado en campo. Su autoridad no impone, inspira. Y en cada clase deja una huella que va más allá de la técnica: forma carácter. Por eso, no es extraño que muchos de sus alumnos le escriban incluso después de años, buscando un consejo o simplemente para expresarle admiración. En medio de un mundo fragmentado, su figura une generaciones, une países, une causas. Enseña inteligencia, sí. Pero, sobre todo, enseña lealtad, silencio estratégico y compromiso con la democracia.

Conclusión: Toda una vida de inteligencia

La historia de Benedicto Jiménez es, en esencia, una vida dedicada a la inteligencia como forma superior de servicio. Derrotó al terrorismo no con armas, sino con paciencia, análisis y estrategia. Hoy, en lugar de retirarse al recuerdo de sus hazañas, se mantiene activo en su verdadera segunda trinchera: el aula. Desde Goberna, forma a quienes mañana enfrentarán desafíos aún más complejos que los de su tiempo. Sus enseñanzas no solo preparan operativos, sino líderes: personas con carácter, visión y principios.

Reivindicar su nombre no es un acto de nostalgia, sino de justicia. Porque quienes alguna vez protegieron su país, merecen que la historia les devuelva su lugar. Y porque formar a una nueva generación de estrategas exige más que teoría: exige el ejemplo vivo de alguien que supo actuar cuando todo estaba en juego. Benedicto Jiménez, con cada clase que dicta y cada alumno que inspira, demuestra que la inteligencia no es solo una especialidad técnica: es una vocación profunda. Y él, más que nadie, la encarna con integridad.

Por todo ello, Goberna ha creado la Medalla de Honor al Mérito Estratégico, una distinción reservada para quienes han dejado huella en el mundo de la inteligencia aplicada. Su primera entrega lleva un nombre emblemático: GENERAL PNP BENEDICTO JIMÉNEZ.
Con este reconocimiento, no solo se honra al hombre que venció al terror, sino al maestro que inspira. Benedicto Jiménez, más que un recuerdo, es presente activo, guía formativa y símbolo viviente de inteligencia al servicio del bien común.

4 respuestas

  1. Desde la Ciudad de Mexico, felicito ampliamente a mi Genal Benedicto Jimenez por haber recibido un merecido homenaje a su amplia trayectoria y por su servicio prestado a la Patria del Peru, cuyo pueblo hermano, debe sentirse orgulloso de que uno de sus compatriotas (un heroe) hay dejado escrito en las paginas del libro de la historia de la seguridad del Peru, su legado como un ejemplo digno de emular en toda la america latina. En hora buena mi General reciba un abrazo fraterno se su alumno de 5 diplomas de Goberna, lo cual me orgullece el haber recibido de usted parte de su amolia sabiduria. Respetuosamente y con afecto. Mayor del Arma de Ingenieros del Ejercito Mexicano. Miguel Martinez Sanchez.

  2. Un honor saludar al Maestro Benedicto, y además tuve el honor y orgullo de ser su alumna . Un tremendo profesional, y como siempre señalé, poseedor de la humildad, que sólo los grandes saben manejar. Gracias maestro, enhorabuena el reconocimiento que hace su país a su impecable trayectoria. Enhorabuena! Saludos y mis respetos, desde Chile.

  3. Un gran honor tener como maestro y haber Sido alumno de haber tenido un gran privilegio Un gran maestro desde ya bendiciones y a su gran reconocimiento.

  4. Un orgullo y gran honor saludar a mi General Benedicto Jiménez, prominente investigador, autor de una nueva forma de combatir la criminalidad organizada y del terrorismo, bajo la teoría de Inteligencia Operativa. Con honor y lealtad, Cmdte. PNP en retiro Marino Rojas, analista de datos criminales y estudio de fenómeno criminal.

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