En una serie de ataques recientes, la infraestructura portuaria de Ucrania ha sido objeto de ataques aéreos por parte de Rusia.
El puerto fluvial de Izmail, ubicado a orillas del Danubio y cercano a territorio rumano, fue atacado por aviones no tripulados durante la noche. Durante este ataque, un silo que contenía 40.000 toneladas de cereal listo para su exportación fue destruido. Fuentes ucranianas han asegurado que el objetivo aparente del ataque era la infraestructura portuaria e industrial en la zona.
La respuesta del presidente rumano, Klaus Iohannis, fue enérgica, calificando el bombardeo como un «crimen de guerra» e «inaceptable». Destacar que los puertos del Danubio, situados en la frontera de Ucrania con Rumania, son una vía crucial para exportar millones de toneladas de grano ucraniano al resto del mundo.
Estos ataques se suman a una serie de acciones llevadas a cabo por Rusia en las últimas semanas, especialmente en la ciudad de Odesa y su región. La intensificación de los ataques se produjo después de que Rusia se retirara del acuerdo para exportar cereales ucranios el pasado 17 de julio.
Además de los ataques aéreos, se han reportado incidentes con drones en las regiones de Kiev y Odesa. La defensa aérea ucraniana logró repeler un «ataque masivo» con más de una decena de aeronaves no tripuladas rusas sobre la capital mientras que, en Odesa, se registraron daños materiales sin víctimas mortales.
El Ministerio de Defensa ucraniano informó que la defensa aérea del país derribó 11 drones Shahed, de fabricación iraní, que apuntaban «deliberadamente» a infraestructuras en el río Danubio. Los vehículos no tripulados fueron lanzados desde el mar Negro.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, instó a los países miembros de la ONU a pedir a Rusia que detenga el chantaje a la comunidad internacional con el mar Negro. Bruselas también ha advertido sobre el riesgo de una gran crisis alimentaria debido al bloqueo ruso del grano.
Por otro lado, la ofensiva ucraniana también ha tenido avances en suelo ruso desde hace unas semanas. Tras los ataques con drones a Moscú de la semana pasada, Zelensky, presidente de Ucrania, no responsabilizo a sus tropas de los ataques, pero afirmó que la guerra está volviendo a territorio ruso.
La situación sigue siendo tensa y presenta implicaciones humanitarias y económicas significativas. La comunidad internacional sigue observando de cerca la evolución de los acontecimientos y busca una solución diplomática.