Las últimas encuestas de intención de voto publicadas por el New York Times han revelado un escenario de empate técnico entre el exmandatario Donald Trump y el actual presidente Joe Biden. Según los resultados, ambos obtendrían un 43% de apoyo, mientras que un 14% de los encuestados aún no ha decidido su preferencia. Mencionar que este es un escenario hipotético; puesto que, oficialmente, no se han definido los candidatos de los partidos, aunque tanto Trump como Biden lideran las encuestas como los favoritos en sus respectivas primarias.
En el partido demócrata, Joe Biden se posiciona a la cabeza con un sólido 54% de intención de voto, superando al segundo lugar, Robert F. Kennedy, por un amplio margen de 40 puntos porcentuales, quien obtiene un 14%. Por otro lado, en el partido republicano, Trump también lidera las preferencias con un 46% de apoyo, aunque su ventaja sobre el republicano Ron Desantis es menos holgada; ya que, este último cuenta con un 22% de intención de voto.
Es probable que ambos candidatos superen las primarias y se enfrenten, cara a cara, en la contienda electoral, lo que generará una segunda confrontación entre estos dos políticos prominentes. Sin embargo, hay factores adicionales a tener en cuenta en el análisis de esta situación.
Uno de los elementos que puede influir en el resultado electoral es el fenómeno del «anti voto». Dado el estilo característico de Trump y las ideas que algunos perciben como radicales, es probable que su figura atraiga una alta proporción de votantes que se oponen firmemente a su candidatura. Este fenómeno también podría aplicarse a Biden, aunque en menor medida, debido a su posición como presidente en ejercicio y las políticas implementadas por su gobierno.
El margen de tiempo también es un factor significativo a considerar. Aún queda un año hasta las elecciones, lo que brinda a Biden la oportunidad de aumentar sus niveles de aprobación desde el gobierno. Durante este período, tendrá la oportunidad de impulsar políticas y medidas que puedan influir positivamente en la percepción pública sobre su liderazgo.
Además, los procesos penales que enfrenta Trump se han convertido en parte integral de la precampaña. El exmandatario ha admitido abiertamente que su regreso a la presidencia implica la anulación de estos procesos, lo que constituye uno de sus principales argumentos para recibir el apoyo de sus seguidores. Este aspecto podría movilizar tanto a sus detractores como a sus partidarios y desempeñar un papel significativo en la toma de decisiones de los votantes.
Es esencial recordar que las primarias aún se encuentran a varios meses de distancia, y la opinión pública puede evolucionar significativamente durante este tiempo. Las encuestas actuales solo reflejan un momento particular en la coyuntura política y social, y las dinámicas pueden cambiar en función de eventos futuros y la evolución de las estrategias de campaña de los candidatos.