Publicaciones

China y Vietnam: Entre la cooperación y la desconfianza histórica

Portada China y Vietnam

Tabla de contenidos

China y Vietnam no solo son dos de las economías más vibrantes de Asia, sino también protagonistas de una de las rivalidades más intrigantes del siglo XXI. Mientras China, la segunda potencia mundial, expande su dominio económico y militar con una influencia cada vez más agresiva, Vietnam ha emergido como un actor clave en la reconfiguración de las cadenas de suministro globales, atrayendo inversiones de empresas que buscan reducir su dependencia del gigante asiático. A simple vista, la relación entre ambos países parece marcada por la cooperación comercial, pero debajo de la superficie persiste una historia de desconfianza, rivalidad geopolítica y conflictos territoriales que nunca se han resuelto del todo.

Más allá de su sistema de gobierno comunista, China y Vietnam han sido rivales históricos, tanto en el campo de batalla como en la arena política. Desde la Guerra Fría hasta la actualidad, las disputas en el Mar de China Meridional, la influencia de potencias extranjeras y la lucha por el liderazgo en el sudeste asiático han mantenido su relación en un equilibrio frágil. Hoy, aunque los lazos económicos siguen creciendo, las tensiones nunca han desaparecido. ¿Estamos presenciando una tregua estratégica o es solo la calma antes de un nuevo enfrentamiento?

Fotografía de una reunión entre Mao Zedong, quien llevó al Partido Comunista Chino al poder en su país, y Ho Chi Minh, padre del Vietnam moderno quien lideró gran parte del periodo de la Guerra de Vietnam.

La economía de China y Vietnam

China no solo domina el comercio global como el mayor exportador del mundo, sino que también se ha consolidado como el epicentro manufacturero y tecnológico de Asia. Con su modelo de crecimiento basado en producción masiva, infraestructura colosal y expansión internacional, Beijing ha logrado posicionarse como un actor económico clave en todos los continentes. Sin embargo, en los últimos años, Vietnam ha emergido como una alternativa atractiva para las empresas que buscan diversificar sus cadenas de suministro y reducir su dependencia de China, especialmente tras la guerra comercial entre Washington y Beijing. Este giro ha convertido a Vietnam en uno de los mercados de más rápido crecimiento en el Sudeste Asiático.

Vietnam ha sabido aprovechar su ubicación estratégica y mano de obra competitiva para atraer inversiones de gigantes tecnológicos como Apple, Samsung e Intel, quienes han trasladado parte de su producción desde China a territorio vietnamita. El país también ha impulsado tratados comerciales clave, como el Acuerdo Integral y Progresivo de Asociación Transpacífico (CPTPP) y el Acuerdo de Libre Comercio con la Unión Europea (EVFTA), reforzando su rol como un centro manufacturero en ascenso. Sin embargo, a pesar de su creciente independencia, la economía vietnamita sigue altamente ligada a China, ya que Hanoi depende de Beijing para la importación de materias primas, maquinaria y productos intermedios esenciales para su producción industrial.

A pesar de esta interdependencia económica, China y Vietnam no son aliados políticos. A lo largo de la historia, la relación entre ambos países ha estado marcada por la desconfianza, los conflictos territoriales y las diferencias estratégicas. Aunque ambos están gobernados por partidos comunistas, sus prioridades geopolíticas son diferentes. Beijing busca consolidar su influencia regional a través de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, mientras que Vietnam ha optado por fortalecer su autonomía, construyendo lazos con Estados Unidos, Japón y la Unión Europea. Estas diferencias han convertido su relación en un delicado equilibrio entre cooperación económica y rivalidad estratégica, con un trasfondo de tensiones que no dejan de crecer.

Reunión bilateral entre representantes chinos y vietnamitas. En el fondo se puede ver una estatua de Ho Chi Minh. (Fuente: CGTN)

China y Vietnam durante la Guerra Fría: Finalidades idénticas y caminos diferentes

Durante la Guerra Fría, China se consolidó como un actor clave en la expansión del comunismo, con ambiciones de liderar la revolución socialista en la región. Beijing respaldó movimientos comunistas en Indochina, Corea y otros países, con la intención de contrarrestar la influencia de Occidente. Su participación en la Guerra de Corea (1950-1953) fortaleció su imagen como el gran defensor del comunismo, pero también la llevó a un enfrentamiento indirecto con Washington. No obstante, su relación con la Unión Soviética se deterioró en la década de 1960, cuando Mao Zedong criticó la postura soviética de «coexistencia pacífica» -de Nikita Kruschev- con Occidente. El Cisma Chino-Soviético transformó a China en una potencia comunista aislada, obligándola a buscar aliados regionales.

Mientras tanto, Vietnam se convirtió en el campo de batalla más brutal de la Guerra Fría. La Guerra de Vietnam (1955-1975) enfrentó al Vietnam del Norte, respaldado por la URSS y China, contra el Vietnam del Sur, apoyado por Estados Unidos. Para Beijing, apoyar a Vietnam del Norte era parte de su estrategia de inteligencia y contrainteligencia, pues aseguraba un aliado en la Indochina. Sin embargo, el Partido Comunista de Vietnam tenía su propia visión geopolítica y nunca estuvo dispuesto a subordinarse a Beijing. Tras la victoria comunista en 1975, Vietnam se alineó con la Unión Soviética en lugar de con China, consolidando su posición como un actor independiente dentro del bloque socialista.

A pesar de compartir una ideología, China y Vietnam tomaron caminos distintos en la Guerra Fría, lo que generó una brecha insalvable en su relación. Mientras China buscaba continuar el camino ortodoxo a través de Maoísmo, Vietnam se convirtió en un aliado de la Unión Soviética, por ende, siguiendo sus políticas. Esto encendió las alarmas en Beijing, que ahora veía con desconfianza la influencia soviética en su frontera sur. Pero las tensiones no eran solo ideológicas, sino también geopolíticas. Vietnam comenzó a proyectar su poder regional, sobre todo con la intervención en Camboya en 1978 -cosa que profundizaremos en el siguiente subtítulo-.

Fotografía de Mao Zedong con Pol Pot e Ieng Zary, el primero siendo quien lideraría la Kampuchea Democrática

Historia de las relaciones entre China y Vietnam: Entre la cooperación y las disputas

La historia de las relaciones entre China y Vietnam se remonta a más de dos mil años, cuando el Imperio Chino ejercía un control directo sobre el territorio vietnamita. Desde el siglo II a.C. hasta el siglo X, Vietnam fue una provincia del Imperio Han, experimentando una fuerte influencia de China. Sin embargo, Vietnam siempre mantuvo una identidad propia y un fuerte espíritu de resistencia, lo que llevó a múltiples rebeliones contra el dominio chino. Finalmente, en el año 938 d.C., Vietnam logró su independencia tras la Batalla del Río Bạch Đằng, aunque las tensiones con China nunca desaparecieron.

Con la llegada del comunismo, China y Vietnam parecían estar destinados a una alianza inquebrantable. Tras la victoria de Mao Zedong en 1949, China se convirtió en el principal apoyo de Vietnam del Norte en su lucha contra Francia durante la Guerra de Indochina (1946-1954). Luego, durante la Guerra de Vietnam, China proporcionó un apoyo militar crucial a los norvietnamitas, enviando asesores, armas y recursos logísticos para debilitar la posición estadounidense en el sudeste asiático. Sin embargo, a medida que el conflicto avanzaba, Vietnam se fue inclinando cada vez más hacia la Unión Soviética -cosa que vimos-, lo que generó fricciones con Beijing. Tras la victoria de Vietnam del Norte en 1975, Hanoi optó por profundizar su relación con Moscú.

El rompimiento definitivo de las relaciones entre China y Vietnam llegó con la crisis en Camboya. En 1975, llegaría el régimen de los Jemeres Rojos -considerado uno de los peores gobiernos dado a su política de Año 0 donde murió 1/3 de la población– y serían respaldados por China. Vietnam, viendo una amenaza en su frontera, decidió intervenir y en 1978 invadió Camboya, derrocando al régimen de Pol Pot e instalando un gobierno pro-vietnamita. Para Beijing, esto fue una afrenta directa a su influencia en la región. La respuesta china fue inmediata: cortó relaciones diplomáticas con Vietnam y se empezó la guerra sino-vietnamita de 1979 que ganaría Vietnam. Este evento marcó un punto de no retorno.

Conflictos actuales entre China y Vietnam: ¿Preludio de una nueva guerra?

La disputa territorial en el Mar de China Meridional es el principal foco de tensión entre China y Vietnam. Beijing reclama casi el 90% de estas aguas estratégicas bajo su controvertida política de la “línea de nueve puntos”, una delimitación que choca con los reclamos soberanos de Vietnam. Incluso, en el 2014 casi ocurre otro conflicto armado tras la instalación de una plataforma petrolera por parte de China en aguas que Vietnam reclama. Vietnam ha fortalecido su presencia militar en la región, aumentado su flota y reforzado sus lazos con potencias extranjeras, en especial con Estados Unidos y Japón, que ven con preocupación la agresiva expansión china.

Pero la rivalidad no se limita al mar. China y Vietnam también están en una lucha económica y diplomática, con Hanoi emergiendo como un centro manufacturero clave, atrayendo inversiones extranjeras que buscan alternativas a la producción en China. Beijing ha respondido con barreras comerciales y restricciones a productos vietnamitas, lo que ha generado tensiones en el sector industrial y agrícola de Vietnam. Al mismo tiempo, Hanoi ha intensificado su colaboración con Estados Unidos, la Unión Europea y otros actores globales, buscando fortalecer su autonomía económica y reducir su dependencia del gigante asiático. Esta dinámica ha llevado a China a ver a Vietnam como un socio comercial estratégico, pero también como un rival geopolítico cada vez más desafiante.

El creciente número de incidentes militares entre China y Vietnam ha elevado las alertas sobre un posible enfrentamiento armado. Los constantes choques entre buques, la instalación de bases militares en islas disputadas y el aumento del gasto en defensa han convertido la región en un punto de tensión latente. Aunque por ahora ninguna de las dos naciones parece dispuesta a un conflicto total, la combinación de ambiciones territoriales, disputas económicas y rivalidades políticas ha creado un ambiente explosivo. La gran pregunta es: ¿puede esta escalada terminar en una nueva guerra?

Mapa con la línea de los 9 puntos que marca el reclamo del mar meridional por parte de China.

Conclusiones

China y Vietnam han transitado por un camino de cooperación y conflicto a lo largo de su historia. A pesar de compartir un sistema comunista, la realidad ha demostrado que la ideología no es suficiente para forjar una alianza duradera. La Guerra Fría marcó el primer gran quiebre entre ambos países, con Vietnam inclinándose hacia la Unión Soviética y China buscando consolidar su independencia dentro del bloque socialista. Desde entonces, su relación ha estado marcada por la desconfianza, con episodios de apoyo mutuo seguidos de enfrentamientos estratégicos. En la actualidad, la competencia económica, las disputas territoriales y la lucha por la influencia en el sudeste asiático mantienen viva la tensión entre ambas naciones.

El Mar de China Meridional sigue siendo el principal punto de fricción, con una creciente militarización que eleva las probabilidades de un enfrentamiento. Mientras Vietnam fortalece sus lazos con potencias como Estados Unidos y Japón para contrarrestar la presión china, Beijing refuerza su presencia militar y económica en la región, buscando afirmar su dominio. A pesar de la interdependencia comercial que une a ambos países, las diferencias geopolíticas y los conflictos históricos no han desaparecido. ¿Estamos ante una rivalidad manejable o al borde de un nuevo enfrentamiento? Solo el tiempo dirá si China y Vietnam logran mantener el equilibrio o si sus viejas heridas terminarán por abrir un nuevo capítulo de confrontación.

Edición Goberna

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *