Tras el nombramiento de Tom Homan como zar fronterizo del presidente electo Donald Trump, se ha desatado un debate crucial sobre las implicaciones de la deportación masiva de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, especialmente aquellos provenientes de México, que constituyen la mayoría de la fuerza laboral inmigrante en el país. La pregunta sobre qué sucederá con los miles de trabajadores en sectores clave como la agricultura, la construcción y el cuidado de personas mayores ha surgido como una preocupación central.
Según estimaciones del American Immigration Council, la economía de EE.UU. podría sufrir una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de entre 1 y 2 billones de dólares si se ejecutara el plan de deportaciones masivas. En particular, la deportación de la población mexicana indocumentada, que representa aproximadamente el 45% de los inmigrantes sin estatus legal, tendría un impacto directo de entre 500 mil millones y 1 billón de dólares en el PIB.
El papel crítico de los Inmigrantes en la economía estadounidense
El Instituto de Políticas Migratorias (MPI) mencionaba que los inmigrantes no autorizados, especialmente los mexicanos, son una parte esencial de la fuerza laboral en sectores clave como la agricultura, la construcción y el cuidado de personas mayores. En el ámbito agrícola, más del 42% de los trabajadores no cuentan con autorización legal para trabajar, y son responsables de tareas críticas como la recolección de cultivos y el cuidado de ganado. La industria de la construcción también se vería gravemente afectada, con la pérdida de uno de cada ocho trabajadores, lo que provocaría un aumento en los costos de construcción y podría llevar a demoras en proyectos clave.
Por otro lado, la Cámara de Comercio de EE.UU. ha destacado la importancia de los inmigrantes en la economía, advirtiendo que una reducción en la inmigración podría agravar aún más la escasez de mano de obra. Con más de 8 millones de ofertas de trabajo disponibles y solo 6.8 millones de trabajadores desempleados, el país se enfrenta a una crisis de empleos que no se pueden llenar sin la participación de trabajadores inmigrantes.
Diversos expertos en economía, como el profesor Raúl Hinojosa de la Universidad de California en Los Ángeles, ha mencionado que los inmigrantes, tanto autorizados como no autorizados, aportan significativamente al crecimiento económico de EE.UU. En 2022, los trabajadores nacidos en el extranjero contribuyeron con 3.83 billones de dólares al PIB del país, lo que representa casi el 15% del total de la producción económica. La pérdida de esta mano de obra tendría consecuencias mucho más allá de los sectores afectados directamente.
Entretanto, la administración de Trump avanza con sus planes de deportación masiva, las industrias estadounidenses se enfrentan a un dilema económico significativo. Si bien la postura de la administración busca reducir la inmigración ilegal, la realidad es que la economía estadounidense depende en gran medida de los inmigrantes indocumentados para mantener el funcionamiento de varios sectores esenciales.
Por otra parte, la presidenta de México responde a la Amenaza de Aranceles de Trump: “Es Necesaria la Cooperación, No las Amenazas” en respuesta ante el reciente anuncio del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien amenazó con imponer un arancel de 25% a todos los productos que entren a su país desde México y Canadá. Esta medida, según Trump, será implementada si no se logra frenar la migración ilegal y el tráfico de drogas.
Enfatizando además que no es con amenazas ni con aranceles como se resolverán los problemas migratorios o el consumo de drogas en Estados Unidos. Según la mandataria, lo que realmente se necesita es una cooperación y un entendimiento recíproco entre los países para enfrentar estos grandes desafíos.
Manifestó además que enviará una carta a Trump, para lograr concertar un espacio de diálogo como única vía para solucionar estos problemas, establecer una posible negociación y a la búsqueda de soluciones conjuntas que no pongan en peligro las relaciones económicas y comerciales entre ambos países.
Además, la presidenta pidió calma a los mercados financieros ante la volatilidad del tipo de cambio que se ha generado tras las amenazas de Trump. La incertidumbre económica es uno de los principales efectos de estas declaraciones, y Sheinbaum resaltó que las políticas económicas deben ser dirigidas a fortalecer la estabilidad de las naciones involucradas, sin recurrir a medidas unilaterales que puedan generar consecuencias perjudiciales para ambas economías.
Las amenazas arancelarias no solo afectan a los países directamente involucrados, sino que también pueden tener repercusiones más amplias a nivel mundial, por lo que el diálogo sigue siendo la vía más viable para evitar un conflicto económico de gran escala.
Redacción Goberna México 🇲🇽