Serie 4: Lifestyle del consultor
Episodio 1: Imagen personal
Muchos colegas cuando empiezan a tener problemas con conseguir clientes recurren a mí, a veces me dicen «Roberto, hace un año que no cierro un contrato, no sé qué pasa». En ocasiones (no todas) he tenido que ser honesto y preguntarles «¿crees que tiene relación con la forma en que te vistes para ver al cliente?». No me malentiendan, no juzgo a las personas que prefieren los estilos deportivos o casuales, solo digo que en mi opinión, el consultor no solo debe serlo, sino verse como tal.
La primera impresión es importante en cualquier ámbito, pero en el mundo de los negocios, lo es aún más. Es por eso que en el «lifestyle del consultor» quiero hablarles de ciertos aspectos que considero importantes para que un consultor político pueda ejercer adecuadamente en este mercado. No todo es conocimiento y teoría amigos míos, si bien es cierto que la competencia en este campo es alta, también lo es que la apariencia, actitud y mensajes no verbales pueden marcar la diferencia, sobre todo cuando se habla de interacción.
El modo en que se viste un consultor puede ser interpretado por el cliente como una muestra de su compromiso con la profesionalidad, su capacidad para adaptarse a diferentes situaciones, su respeto hacia el cliente y hacia sí mismo, entre otros aspectos. En general, se espera que un consultor tenga una imagen sobria, elegante y discreta, que denote seguridad y confianza.
No se trata de seguir modas o estilos específicos, sino de encontrar el equilibrio entre lo que se siente cómodo y lo que se considera adecuado para la ocasión. Por ejemplo, si se va a reunir con un cliente importante, no es recomendable presentarse con ropa demasiado informal o con aspecto desaliñado. En cambio, si se trata de una reunión más informal, se puede optar por un atuendo más relajado, sin perder de vista el criterio profesional.
La elección de la ropa y el aspecto personal es una cuestión de estilo y gusto personal, pero también es un elemento más de la estrategia de marketing personal. Es importante tener en cuenta que el objetivo final es proyectar una imagen que sea congruente con la marca personal que se quiere transmitir.
En resumen, vestirse y verse bien es una parte importante del «lifestyle del consultor». Si se quiere conseguir más clientes y mantener una imagen profesional, es fundamental cuidar la apariencia personal. No se trata de seguir modas o estereotipos, sino de encontrar un equilibrio entre lo que se siente cómodo y lo que se considera adecuado para cada ocasión. Recuerda que la imagen personal es una herramienta más de la estrategia de marketing personal, por lo que vale la pena invertir tiempo y esfuerzo en ella.