Un análisis del abordaje estratégico en la narrativa de la crisis migratoria en latinoamérica
Para darnos un descanso de las series, el día de hoy quería traer una nota de análisis como en los viejos tiempos, mañana terminamos con la serie pendiente. En cuanto a la crisis migratoria en Latinoamérica, se trata de un tema muy sensible y complejo, que involucra no solo a los países de la región, sino también a los migrantes y a la comunidad internacional. No soy quien para decir si un gobierno lo hizo mejor o peor que otro, pero sí puedo hablar sobre la narrativa y la intención del discurso, pues cada cosa que salga de la boca de un líder debe de estar alineado a su imagen y a sus objetivos.
En los últimos años, la crisis migratoria en Latinoamérica se ha convertido en uno de los temas más importantes y controvertidos de la agenda política de la región. La llegada masiva de migrantes ha generado una serie de desafíos para los gobiernos locales y ha puesto en tensión las relaciones diplomáticas entre los países afectados. En este contexto, los líderes políticos han debido enfrentar el reto de abordar la crisis migratoria de manera efectiva, y de hacerlo de una manera que no afecte negativamente su imagen pública, lo cual es increíblemente difícil con temas controversiales como este.
En este sentido, es importante mencionar que la forma en que los líderes políticos abordan la crisis migratoria es crucial para su imagen pública y para sus objetivos políticos. En muchos casos, los líderes han optado por una narrativa en la que se destaca la importancia de proteger las fronteras y de mantener el control migratorio, postura fuertemente aplaudida por los sectores más conservadores y proteccionistas. Por otro lado, también ha habido líderes que han optado por una narrativa más amigable hacia la migración, que destaca la importancia de la deuda histórica y la hermandad latinoamericana.
No puedo decir si el líder influye en la población o la población en el líder porque es el mismo cuento que el huevo y la gallina, lo único que puedo decir es que siempre se busca una alineación de los discursos. En ocasiones, el líder solo se acopla al discurso predominante y busca aplacar el discurso minoritario para dar una imagen de homogeneidad, otra veces el discurso predominante no está alineado con los intereses políticos del líder, por lo que toca hacer esfuerzos mayores y aplacar el discurso mayoritario mientras se exacerba el de la minoría alineada.En cualquiera de los casos, debe parecer que el líder solo hace lo que le fue solicitado y por ende, le es legítimo, cualquiera de las estrategias es válida.
Ahora, los discursos restrictivos a la migración tienden a estar alineados con gobiernos conservadores o nacionalistas, mientras la comunicación está centrada en las amenazas que la entrada masiva de migrantes puede presentar para la economía y la población, omitiendo otra información que haga ver a la migración como beneficiosa. Como pueden observar se trata de una estrategia instintiva que ha sido efectiva en muchos contextos, el caso más conocido es la victoria de Trump en las elecciones antepasadas de Estados Unidos y su propuesta del muro.
Por el lado contrario, los discursos más abiertos a la migración corresponden a poblaciones más progresistas. En este caso el discurso va dirigido a la solidaridad, a la pertenencia a latinoamérica, los países hermanos, la empatía con las situaciones de los países originarios, etc. Es difícil hacer una campaña instintiva con la propuesta a favor, así que se opta por una campaña emocional, sin embargo, de todas formas cumple su objetivo.
En el caso de México por ejemplo, la posición hacia los migrantes es favorable y la polarización de la población al respecto ha sido poca, esto debido a que en su momento López Obrador buscó generar un contraste con la mismísima campaña de Trump, lo cual generó una respuesta mayor hacia la campaña emocional dado que había un punto desde el cual diferenciarse. Sabiendo que la campaña de Trump estaba dirigida a migrantes mayormente mexicanos, la apertura a los migrantes de los mismos mexicanos funcionó también como una especie de defensa a las acusaciones.
Los medios de comunicación
Cuando la opinión pública termina polarizada, el uso adecuado de los medios de comunicación por parte de los grupos que detentan el poder se vuelve primordial. En ocasiones incluso el desviar la atención resulta más beneficioso que defender la posición y seguir generando debate. De todas formas, el gobierno no debería nunca perder el control de la narrativa oficial. Si el gobierno está defendiendo y aplicando políticas restrictivas, el discurso a favor de la migración se mantiene bajo control. Si el gobierno está aplicando políticas de apoyo migratorio, el discurso proteccionista se mitiga o sataniza a conveniencia.
El éxito de la agenda política muchas veces depende de la legitimidad de la misma, y esta legitimidad es otorgada por la opinión pública. Escogí un tema tan controversial en esta ocasión no para generar peleas en los comentarios, sino para ilustrar cómo deben actuar los gobiernos ante situaciones delicadas que se prestan a polarización de opiniones y sobre los que es necesario tomar una postura aunque no haya homogeneidad en la población.
Tomar decisiones sin hacerse cargo de la opinión pública y de cómo el accionar y la comunicación puede afectarla, es tomar un riesgo innecesario y que puede ser extremadamente perjudicial para los índices de aprobación. Siempre que se toma una postura en temas de este tipo, es necesario tener también una estrategia para nivelar la opinión pública, comunicar las decisiones y mantener estabilidad en los niveles de gobierno. La posición más poderosa es la de gobierno, no debe arriesgarse por falta de criterio para prever los conflictos, controversias siempre habrá, es mejor estar preparado.