El día de ayer, la Policía Nacional del Perú confirmó la captura de Erick Luis Moreno Hernández, alias “El Monstruo,” en San Lorenzo (Paraguay), tras un operativo conjunto con autoridades locales. Se le atribuye el liderazgo de “Los Injertos del Cono Norte” y una cadena de delitos vinculados a secuestro, extorsión y sicariato. La detención fue posible por labores de vigilancia e identificación por tatuajes, según reportes iniciales.
La operación ocurre un mes después de que el Ejecutivo peruano aprobara su extradición desde Paraguay en cuanto fuera ubicado, y en el marco del Programa de Recompensas que elevó el monto hasta S/ 1 millón para dar con su paradero. Con la captura, Lima coordina con Asunción los trámites de entrega para que cumpla condena en el Perú por causas previas, además de afrontar investigaciones abiertas.
Quién es “El Monstruo”
Erick Luis Moreno Hernández, conocido en el mundo del crimen como “El Monstruo”, fue durante años uno de los delincuentes más buscados del Perú. Se le señala como cabecilla de “Los Injertos del Cono Norte”, una organización criminal con base en Lima dedicada a la extorsión, el sicariato y el secuestro, que imponía miedo a comerciantes, transportistas y vecinos de distintas zonas.
Los antecedentes lo vinculan con múltiples asesinatos por encargo y con redes de microcomercialización de drogas que extendían sus operaciones hacia el interior del país. Bajo su mando, la organización perfeccionó un modus operandi basado en amenazas, cobros ilegales y uso de la violencia extrema para consolidar el control territorial. Estas prácticas lo convirtieron en un símbolo de impunidad criminal en el Cono Norte limeño.
“El Monstruo” también era conocido por su capacidad de fuga y camuflaje. Informes de la Policía señalaron que mantenía redes de protección en el Perú y contactos en países vecinos para evadir operativos. Incluso se le relacionó con amenazas directas contra oficiales de la PNP, lo que aumentó la presión pública para que el Ministerio del Interior elevara la recompensa por su captura y lo mantuviera en la lista de los más buscados.
Cronología de la cacería
La persecución de Erick Moreno Hernández, alias “El Monstruo”, tuvo varios capítulos antes de culminar en su captura. A inicios de junio de 2025, medios en Paraguay reportaron su presencia en ese país y la Policía Nacional del Perú confirmó que contaba con redes de apoyo logístico que le permitieron incluso escapar hacia Brasil tras ser alertado de operativos en su contra.
Ante la presión pública, el 24 y 25 de junio de 2025 el Gobierno peruano anunció el aumento de la recompensa por información que llevara a su detención. El monto pasó a S/ 1 millón, el máximo contemplado en el Programa de Recompensas, lo que lo convirtió en el criminal más costoso de esa lista.
El 28 de agosto de 2025, el Ejecutivo aprobó la extradición activa desde Paraguay mediante la Resolución Suprema N.º 169-2025-JUS, asegurando que, de ser capturado en territorio extranjero, podría ser entregado de inmediato para cumplir las condenas pendientes en el Perú.
Finalmente, el 24 de septiembre de 2025, agentes de la Dirincri en coordinación con autoridades paraguayas desplegaron un operativo en la ciudad de San Lorenzo, donde lograron ubicar e identificar al prófugo gracias a los tatuajes que llevaba en el cuerpo. Un día después, el 25 de septiembre, el Ministerio del Interior y medios locales confirmaron públicamente la captura de “El Monstruo” y el inicio de las coordinaciones para ejecutar su extradición al Perú.
Qué dijo el Ministerio del Interior
El Ministerio del Interior confirmó que Erick Luis Moreno Hernández (“El Monstruo”) fue capturado en San Lorenzo (Paraguay) en una operación coordinada entre la PNP (Dirincri) y la Policía paraguaya, tras un trabajo de inteligencia binacional. La confirmación oficial llegó con el detalle de que el detenido es señalado como cabecilla de “Los Injertos del Cono Norte” y era uno de los delincuentes más buscados del país. En paralelo, agencias internacionales y prensa local difundieron la noticia de la captura y su carácter de golpe clave contra el crimen organizado.
El sector Interior precisó que, una vez asegurada la detención, se activaron los canales judiciales y diplomáticos para su entrega al Perú, en concordancia con la extradición activa ya aprobada por el Ejecutivo semanas atrás. De esta manera, la coordinación Mininter–PNP se articula con Justicia y Relaciones Exteriores para ejecutar el traslado y que el sentenciado cumpla condena por robo agravado y afronte las investigaciones abiertas por extorsión y sicariato en territorio peruano.
La captura en Paraguay y la extradición
La recompensa por “El Monstruo” pasó de S/ 500 mil a S/ 1 millón en junio, convirtiéndolo en el más buscado del Programa de Recompensas del Mininter. El cambio se oficializó con la actualización del portal y notas de prensa que explicaron la modificación del reglamento para duplicar el tope en casos de cabecillas de organizaciones violentas. Esta escalada de presión respondió a meses de fuga en el extranjero y a la evaluación de riesgo que hacía la PNP sobre su capacidad de mando aún fuera del país.
El aumento abrió un debate operativo y jurídico: plazos y condiciones para pagar la recompensa, validación de la información útil que facilite la captura y eventuales demoras administrativas. Medios locales detallaron que el proceso puede extenderse por etapas y exige documentación sólida para reconocer al informante, lo que busca evitar fraudes, pero también genera críticas por la lentitud en desembolsos anteriores. En paralelo, los reportes periodísticos perfilaron la red de apoyo con la que Moreno se movía entre Paraguay y Brasil, lo que justificó mantener el caso en prioridad máxima.
Con la detención en San Lorenzo (Paraguay) confirmada por autoridades peruanas, se activó el engranaje judicial ya preparado semanas antes. Esa decisión habilitó a que, una vez bajo custodia en Paraguay, se curse el cuaderno de extradición y se concrete su traslado al Perú para cumplir una condena por robo agravado, además de responder por investigaciones abiertas por extorsión y organización criminal.
La prensa y el propio Gobierno detallaron que la solicitud se sustenta en el tratado de extradición Perú–Paraguay (2005) y en el prontuario delictivo del cabecilla de “Los Injertos del Cono Norte”. En la práctica, los pasos incluyen confirmación de identidad, validación de los requisitos de doble incriminación, audiencias en la justicia paraguaya y coordinación consular para el traslado seguro. Con la extradición aprobada por el Perú y el detenido ya identificado por las autoridades paraguayas, el proceso queda en manos de los tiempos judiciales y la cooperación entre ambos países.
Conclusión
La caída de “El Monstruo” es un golpe simbólico y operativo contra la criminalidad organizada: corta un liderazgo que —según la PNP— seguía ordenando extorsiones y secuestros desde el extranjero. El incentivo económico (S/ 1 millón), la cooperación internacional y el andamiaje legal previo (extradición aprobada) funcionaron como piezas de un mismo rompecabezas para cerrar la fuga. Si el traslado se concreta sin tropiezos, el caso marcará un precedente para perseguir a cabecillas que intentan replegarse fuera del país.
El reto, ahora, es capitalizar la captura: proteger testigos, integrar evidencias transnacionales, desarticular las redes que quedaron activas y acelerar procesos para que la sentencia ejecutoriada y las nuevas causas avancen sin dilaciones. También será clave transparentar el pago de la recompensa si corresponde, para credibilizar el programa y mantener el flujo de información ciudadana que, en casos como este, resulta decisiva.