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BOLIVIA | STRATPOL | AUTOPRÓRROGAS Y CRISIS POLÍTICA: EL DEBATE QUE SACUDE AL MAS Y A BOLIVIA

Con respecto a los «autoprorrogados», el Presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, promulgó una ley que cesa el mandato de las principales autoridades de la justicia desde enero de este año. Esta normativa se ajusta a lo dispuesto por la Constitución Política del Estado (CPE), que establece que la función de los magistrados es de seis años, invalidando así cualquier autoprórroga que hayan establecido al ser juez y parte en el proceso.

De acuerdo con los artículos 183, 188, 194 y 200 de la CPE, los magistrados no podrán ser reelegidos. Es importante destacar que los magistrados del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) habían interpuesto más de 50 amparos constitucionales con el objetivo de evitar la realización de las elecciones judiciales previstas para 2023.

Aunque se especulaba sobre una posible concertación entre los magistrados del TCP y el oficialismo, dicha hipótesis quedó descartada tras la acción del diputado Juan José Jáuregui, de la bancada del MAS-IPSP, quien anunció un proceso penal contra el Presidente del Senado por promulgar esta ley.

La ley establece que los magistrados cumplieron su mandato a principios de este año, y que las sentencias emitidas después de esa fecha son nulas. Además, se invalidan las acciones del Congreso afín al oficialismo.

Por otro lado, en materia económica y social, el analista económico Gary Rodríguez señalaba que, en Bolivia, «el largo plazo no existe», y se ha observado un incremento en la conflictividad social, manifestada en bloqueos y movilizaciones, entre otros eventos.

Es necesario enfatizar que, desde un punto de vista ideológico, el Movimiento al Socialismo (MAS) se mantiene unificado y fortalecido; sin embargo, a nivel partidario se perciben dos facciones internas. Existen tres horizontes políticos que se expresan a través de tres agendas distintas. Aunque el discurso de unidad, hermandad y pacificación se sigue sosteniendo, no se logra articular adecuadamente estas diferentes visiones. El partido está herido, pero no vencido.

En cuanto a la oposición, su postura es radicalmente contraria, y aunque surjan diversas encuestas de intención de voto, estas carecen de objetividad y transparencia, ya que las alianzas políticas aún no se han establecido de manera formal.

El proyecto del MAS, conocido como el «proceso de cambio» o proyecto de inclusión, fue el pilar fundamental de su ascenso político. Sin embargo, hoy se cuestiona su posible fracaso. El analista político Renzo Abruzzese expresó que «estamos pagando las cuentas pendientes de un intento fallido que pudo haber sido realmente revolucionario, pero que terminó convirtiéndose en un discurso racista en medio de una nación inscrita en la modernidad. Esa modernidad en la que las identidades han sustituido a las razas y, en gran medida, a las clases sociales; una modernidad que hoy se expresa como una ciudadanía activa». Esta reflexión pone en evidencia la crisis que atraviesa tanto el partido como el proyecto que representaba.

Redacción Goberna Bolivia 🇧🇴

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