Es realmente contradictorio que un partido político tenga por objetivo alcanzar posiciones de poder y gobernar, cuando el propio partido político está siendo mal gobernado. Ser partícipe del mundo electoral conlleva lidiar con la constante tensión entre el brindar respuestas al elector, actuar frente a la oposición y el desarrollo de objetivos y estrategias que sean pertinentes para los intereses del partido político.

En mi experiencia he notado que particularmente los partidos políticos, frecuentemente prestan mayor atención a las crisis externas inmediatas, muchas veces relegando el desarrollo y ejecución de sus estrategias internas. Sobre todo en las democracias incipientes es que dicha exigencia debilita a sobremanera a los partidos políticos en contextos que pueden ser bastante cambiantes, generando que la opinión pública pierda confianza y dicho deterioro debilite la representación y gobernanza. Dicho fenómeno podría resumirse en una constante incapacidad por parte de los partidos políticos para pensar en los posibles escenarios futuros y anticipar acciones que permitan afrontar de la mejor manera las crisis conforme se vayan presentando.

Es importante que los partidos se organicen y preparen adecuadamente ante los acontecimientos del mañana, por lo que es clave invertir tanto en su organización interna como en sus fundamentos. Por más antiguo o experimentado que pueda ser un partido político es posible que se reinvente y sea sostenible a lo largo del tiempo, en todo el mundo hay muchos ejemplos de partidos que han llegado a celebrar su centenario, siendo un logro que solo unas pocas empresas u organizaciones privadas han cometido.

Todo lo que se queda en el tiempo, que no sufre cambios importantes, simplemente desaparece. Lo mismo ocurre en la práctica política donde tanto el consultor como los partidos políticos deben cambiar y adaptarse constantemente para responder ante las necesidades que demanda la población electoral. Siendo un reflejo los movimientos de protesta que se dan en cada rincón del mundo, obligando a los partidos a hallar o generar nuevas formas de representación política y organización interna para responder a la misma para evitar ser relegados por agentes que sí sean capaces de adaptarse y responder de manera eficiente ante la exigencia de los ciudadanos.

Una clara exigencia de adaptación son el uso de las nuevas tecnologías, estando situados en la era de la información, el uso de las redes sociales particularmente  que facilita bastante la comunicación, brindando un espacio de participación política al alcance de todos. Donde los actores políticos que sean reacios a modificar sus estrategias y objetivos para tomar en cuenta los avances tecnológicos pueden verse fuertemente perjudicados.

Ante dicha problemática surge la importancia de «Máquina Electoral» como instrumento efectivo para la correcta planificación estratégica al interior de los partidos políticos, siendo una herramienta no exclusiva para los partidos políticos sino también para los consultores políticos quienes de llevar a cabo paso a paso producen cambios significativos en los resultados a corto y largo plazo, pero ¿Cómo es que los procesos partidarios pueden responder de manera óptima ante el cambio constante de su entorno?, pues solo es posible con un análisis exhaustivo y regular del contexto, además de poseer capacidad de adaptación.

El uso de «Máquina Electoral» generará un mayor impacto por parte del usuario, una mejora en su imagen frente a la opinión pública y expectativas superiores de éxito electoral, donde la ejecución la creación y ejecución de procesos estratégicos son clave pues contribuyen en el fortalecimiento de las capacidades de quien lo aplique.

El cambio es una constante tanto en el ámbito político como en el ámbito interno de los partidos políticos, como el cambio de directivos, expectativas del electorado, avance de las nuevas tecnologías, variación presupuestaria, inestabilidad económica, política internacional, legislación nacional, entre otros aspectos relacionados con el mundo político ya sea de manera intempestiva o gradual dichos cambios pueden interferir ya sea en beneficio o perjuicio de los partidos, incluso pudiendo significar el peligro de su continuidad. Ante esta situación es importante poseer determinación, concentración y fundamentalmente capacidad de adaptación, por ello la importancia de «Máquina Electoral» que mediante la organización estratégica facilita la visión común de los partidos políticos sobre a dónde llegar y cómo llegar.

Dicha tarea es posible dando igual importancia a las actividades del día a día, igual que las preocupaciones inmediatas, tanto como los temas básicos y a largo plazo, con objetivos realistas que reparen, mantengan o mejoren la solidez del partido formulando estrategias para no dejar de avanzar y llevar un control con indicadores de referencia establecidos en relación a los progresos alcanzados. Donde «Máquina Electoral» promueve mediante la planificación estratégica el debate interno, correcto planteamiento de ideas aterrizadas y la unión de los miembros en pro de los objetivos comunes.

Entonces entre los objetivos de aplicar «Máquina Electoral» está la mejora del desempeño y la velocidad de respuesta, además de probabilidades de éxito, frente a los cambios, al tener presente las fortalezas y debilidades así como las prioridades para obtener los mejores resultados posibles con el uso de la menor cantidad de recursos. Cuando hablo de mejores resultados no me refiero específicamente al resultado final de la contienda electoral sino al logro de los objetivos organizativos lo que se refleja en factores como un financiamiento más estable, mejoramiento de la capacidad organizativa del partido, mejores programas para la capacitación de cada miembro del partido, entre otros.

El adoptar a «Máquina Electoral» como parte fundamental del partido influye también en la comprensión y aprendizaje por parte de los miembros, lo que desencadena que se tomen decisiones más aterrizadas, correctamente fundamentadas mediante el autoanálisis. De la misma manera «Máquina Electoral» contribuye en la comunicación externa del partido y el apoyo social y político que necesita, pues contribuye a transmitir de manera eficiente las ideas y objetivos que se gestan al interior del partido generando una imagen pública con mayor apoyo, seguridad y coherencia.