Publicaciones

José Jerí asume la presidencia del Congreso 2025‑2026: nueva Mesa Directiva y retos claves

Tabla de contenidos

El Congreso de la República del Perú eligió el pasado 26 de julio de 2025 a su nueva Mesa Directiva para el periodo legislativo 2025‑2026, siendo el congresista José Jerí Oré, de la bancada de Somos Perú, quien asumió la presidencia del Parlamento. En una votación con fuerte carga política, Jerí se impuso con 79 votos frente a los 40 obtenidos por su contrincante, José Cueto, representante del bloque de derecha radical. Esta elección marca el inicio del último ciclo legislativo del actual Congreso unicameral antes de la transición hacia un sistema bicameral en 2026.

Con el respaldo de Fuerza Popular, Perú Libre y Acción Popular, la lista encabezada por Jerí concretó una alianza táctica que sorprendió por su amplitud ideológica y pragmatismo. Este tipo de movimientos estratégicos en el escenario legislativo responden a cálculos finos de poder, donde el control de la Mesa Directiva permite orientar los ritmos políticos del país. En esta maniobra se reconoce una forma de activismo político institucionalizado, una categoría que encuentra desarrollo teórico y práctico en publicaciones como Máquina Electoral, especialmente al describir cómo los espacios legislativos pueden ser utilizados para proyectar liderazgo y construir narrativa política desde dentro del sistema.

Mesa directiva del Congreso

¿Quién es José Jerí? Perfil del nuevo presidente del Congreso

José Enrique Jerí Oré (Jesús María, Lima, 13 de noviembre de 1986) estudió Derecho en la Universidad Nacional Federico Villarreal, donde obtuvo el grado de bachiller en 2014. Ingresó al Congreso en 2021 como congresista por Lima con el partido Somos Perú, organización en la que milita desde 2013. Dentro del partido ha ejercido como secretario nacional de juventudes, personero legal y primer vicepresidente desde 2021, consolidando una carrera política interna que lo proyectó hacia liderazgos de mayor visibilidad institucional.

Jerí ha ocupado cargos institucionales relevantes en el Legislativo. Fue presidente de la Comisión de Presupuesto durante el periodo 2023–2024 y ejerció como vocero nacional de su bancada. Su perfil se caracteriza por un discurso técnico y moderado, centrado en temas como descentralización, justicia y política social, lo que le ha permitido proyectarse como una figura articuladora en su partido.

Pese a su ascenso, enfrenta críticas y cuestionamientos judiciales. Actualmente es investigado en al menos tres denuncias principales: por presunta violación sexual ocurrida en Canta, por enriquecimiento ilícito, y por desobediencia a la autoridad —esto incluye reclamos por no cumplir un tratamiento psicológico requerido por un juez—. Se trata de investigaciones activas, sin sentencia firme, que reflejan cómo las acusaciones pueden entrar en juego en las estrategias de legitimación o desgaste político, un fenómeno estudiado en el enfoque del lawfare, abordado profusamente en el libro Lawfare: Guerra Jurídica en la Política.

Resultados de la votación y composición de la Mesa Directiva 2025–2026

La elección de la nueva Mesa Directiva del Congreso se llevó a cabo el 26 de julio de 2025 en una sesión marcada por la tensión política y una alta expectativa mediática. José Jerí encabezó la Lista 1, que obtuvo 79 votos a favor, superando con claridad a la Lista 2, presidida por José Cueto, que alcanzó 40 votos. Se registraron además 3 votos en blanco y 4 votos viciados, reflejando una fragmentación interna que no logró impedir la victoria de la coalición liderada por Jerí.

La composición de la Mesa Directiva refleja una arquitectura de poder multipartidaria:

  • Presidente: José Jerí (Somos Perú)
  • Primer vicepresidente: Fernando Rospigliosi (Fuerza Popular)
  • Segundo vicepresidente: Waldemar Cerrón (Perú Libre)
  • Tercer vicepresidente: Ilich López (Acción Popular)

Esta alianza estratégica unió a tres bloques ideológicamente disímiles, lo que evidencia una forma de convergencia funcional orientada a la toma de control institucional. Este tipo de coaliciones operativas, más que ideológicas, son un recurso habitual en escenarios de fragmentación parlamentaria. En la práctica, se parecen a la lógica de un war room legislativo, donde el cálculo político y la gestión de tiempos parlamentarios funcionan como herramientas tácticas para garantizar gobernabilidad interna.

La votación fue precedida por negociaciones intensas y una rápida articulación entre bancadas que, aunque enfrentadas en el debate público, priorizaron su presencia en la estructura de mando del Congreso. Esta lógica de intercambio político —presencias, silencios y abstenciones calculadas— ilustra cómo la institucionalidad legislativa no es solo reglamento, sino campo de maniobra estratégica.

¿Qué dijo Jerí en su primer discurso como presidente del Congreso?

En su mensaje de asunción, José Jerí adoptó un tono solemne y proyectó un enfoque institucionalista. Agradeció a sus antecesores y reconoció que el país atraviesa una etapa crucial: el cierre del Congreso unicameral tras 31 años y el inicio del proceso hacia la bicameralidad. Jerí destacó que su gestión no buscará “administrar rutinas”, sino acercar el Congreso a las regiones con actividades descentralizadas y plenos temáticos de alcance local, económico y social. Anunció, además, el uso de inteligencia artificial para modernizar procesos y mejorar la rendición de cuentas del Parlamento.

Uno de los pasajes más significativos fue su compromiso con la neutralidad política frente al Ejecutivo. Reafirmó que la Mesa Directiva no será complaciente ni obstruccionista, y que exigirá la presencia obligatoria de ministros ante las comisiones. También aseguró que el Congreso garantizará elecciones libres y transparentes en 2026. En conjunto, el discurso apeló a la necesidad de fortalecer el control institucional sin caer en protagonismos partidarios, planteando una lógica de conducción estratégica, donde el equilibrio entre firmeza y diálogo se convierte en una herramienta esencial para preservar la gobernabilidad parlamentaria.

Reacciones políticas y controversias tras la elección

La elección de José Jerí no estuvo exenta de controversias. Desde el anuncio de su candidatura, diversos sectores cuestionaron la presencia de investigaciones fiscales en su contra. Aunque Jerí no cuenta con condenas judiciales, existen denuncias activas por presunta violación sexual, enriquecimiento ilícito y desobediencia a la autoridad, entre otras. La cobertura mediática ha resaltado estos antecedentes como parte de un debate sobre la idoneidad ética de quienes ocupan cargos de alta responsabilidad institucional.

Las reacciones políticas han sido mixtas. Mientras que bancadas aliadas como Perú Libre y Fuerza Popular respaldaron su elección como parte de un pacto de gobernabilidad parlamentaria, voces opositoras y sectores independientes expresaron preocupación por lo que consideran una alianza pragmática carente de escrutinio moral. Este tipo de pactos, donde lo ideológico queda subordinado a la obtención de cuotas de poder, se inscriben en una lógica de equilibrio funcional, pero también exponen a la Mesa Directiva a una vigilancia pública constante.

Además, el nombramiento de Jerí fue interpretado por algunos analistas como un intento de construir una barrera política preventiva frente a posibles procesos de deslegitimación externa, aprovechando los resortes del Congreso para protegerse en caso de intensificación mediática o judicial. Esta es una estrategia habitual en contextos de fragmentación institucional, donde el control de las reglas del juego se convierte en una forma de defensa anticipada más que en una simple posición de gobierno.

¿Qué retos enfrentará el Congreso en su último año?

El principal reto del Congreso presidido por José Jerí será conducir de forma ordenada la transición hacia la bicameralidad, un proceso que exige la aprobación antes de diciembre de los reglamentos internos del futuro Senado y de la Cámara de Diputados. Esta tarea implica además decisiones de reorganización presupuestal, rediseño de procesos y redefinición de competencias, todo ello bajo vigilancia pública, presión mediática y exigencias políticas cruzadas.

Al mismo tiempo, el Legislativo deberá responder a una ciudadanía que percibe al Parlamento como ineficaz y distante. En ese contexto, resulta probable que desde la Mesa Directiva se implementen mecanismos de puesta en escena institucional, donde iniciativas simbólicas, discursos enfáticos o gestos de austeridad busquen reposicionar la imagen del Congreso sin necesariamente resolver los déficits estructurales que arrastra desde hace años.

Conclusión

La elección de José Jerí como presidente del Congreso representa, más que un triunfo personal, una configuración estratégica del poder parlamentario en su último año de vida unicameral. Su mensaje inicial apeló a la unidad, la rendición de cuentas y la descentralización, pero estará condicionado por su capacidad para mantener cohesionado un bloque multipartidario inestable, cumplir con los plazos de la reforma bicameral y responder a las expectativas de una ciudadanía cada vez más desconfiada del sistema político.

La principal incógnita no está solo en lo que Jerí diga o proponga, sino en su habilidad para sostener una hegemonía mínima dentro del Congreso, que le permita resistir presiones externas, mantener control sobre la agenda legislativa y garantizar una transición institucional sin sobresaltos. En un escenario marcado por la fragmentación, las tensiones preelectorales y el descrédito, la gobernabilidad no será un producto de la norma, sino de la estrategia.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *