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Hamás acepta liberar a todos los rehenes y ceder Gaza a una autoridad tecnocrática

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Hamás comunicó a los mediadores que está dispuesto a un alto el fuego con la liberación de todos los rehenes en el marco del plan impulsado por Donald Trump, pero condicionó su aceptación a negociar detalles operativos y de seguridad. Las partes reanudan contactos indirectos en El Cairo y, aunque en Israel hay respaldo político al marco general, persisten tensiones internas y no existe aún un acuerdo final firmado.

El plan de 20 puntos exige que todos los cautivos sean devueltos en 72 horas, prevé la desmilitarización de Gaza y su administración transitoria por un comité tecnocrático palestino, acompañado de una liberación escalonada de prisioneros y una retirada gradual israelí sin anexión. También contempla amnistía condicionada para miembros de Hamás que abandonen la violencia y entreguen armas. Estos elementos están publicados íntegramente por medios que difundieron el texto oficial.

El “plan de alto al fuego de Trump”: contenido, fases y condiciones

El documento oficial de 20 puntos fija un cese inmediato de hostilidades y ordena la devolución de todos los rehenes —vivos y fallecidos— en un máximo de 72 horas, junto con un intercambio de prisioneros a gran escala. El texto también establece la desmilitarización de Gaza y que Israel no ocupará ni anexará el territorio, mientras se habilita un puente de ayuda humanitaria y reconstrucción bajo supervisión internacional.

La gobernanza transitoria recaería en un comité tecnocrático palestino (sin participación de Hamás), con mandato limitado y mecanismos de verificación externos. En paralelo, se prevé una retirada militar israelí por fases condicionada al cumplimiento de seguridad (entrega de rehenes, cese de fuego verificable y progreso en el control de armas). El marco contempla además garantías de Estados garantes y acceso internacional para monitoreo civil y de derechos humanos.

En materia de fases y condiciones, el plan articula: 1) Fase inicial: alto el fuego, entrega total de rehenes en 72 horas y liberación simultánea de presos; 2) Fase de estabilización: despliegue del comité tecnocrático, levantamiento gradual de restricciones y ampliación de ayuda; 3) Fase de consolidación: retirada escalonada israelí vinculada a verificaciones de desarme y control territorial, con pasos para un arreglo político posterior. Fuentes cercanas a la negociación han mencionado cifras de más de 1.000 prisioneros palestinos en los canjes planteados, aunque ese número puede ajustarse en la mesa de El Cairo.

¿Quién administraría Gaza?

El marco plantea una autoridad transitoria tecnocrática palestina, sin participación de Hamás, encargada de los servicios civiles y la gestión diaria mientras avanza la retirada gradual de Israel y se consolida el alto el fuego. La propuesta —difundida en el texto íntegro del plan de 20 puntos— prevé supervisión internacional y excluye cualquier anexión israelí, vinculando cada paso a verificación de seguridad y entrega de rehenes.

En paralelo, la vía egipcia y árabe respalda un comité de tecnócratas palestinos “bajo el paraguas de la Autoridad Nacional Palestina” para la fase de transición, con apoyo de mediadores (Egipto, Qatar, EE. UU.) y un flujo robusto de ayuda y reconstrucción sujeto a cumplimiento. Este enfoque tecnocrático fue adoptado por foros regionales a inicios de 2025 y se ha mantenido como base en las rondas de El Cairo.

Los detalles finos siguen en negociación: composición, mandato y mecanismos de control (monitoreo internacional, acceso humanitario, reglas de desarme). Coberturas en vivo y reportes recientes describen una gobernanza transicional con fases: cese del fuego, canje de rehenes/prisioneros y despliegue de esa autoridad, antes de discutir arreglos políticos de más largo plazo.

Cronología rápida del conflicto y de las negociaciones

La guerra estalla el 7 de octubre de 2023 con el ataque de Hamás en el sur de Israel y la posterior ofensiva israelí sobre Gaza. En los meses siguientes se suceden pausas breves y canjes parciales, con mediación de Egipto, Qatar y EE. UU., mientras la ofensiva terrestre y aérea continúa y se multiplican los intentos de tregua fallidos a lo largo de 2024. Las cronologías de referencia recogen los principales hitos del primer año —del asalto inicial a los intercambios y operaciones más relevantes— como telón de fondo del ciclo de negociaciones que llega a 2025.

En enero–marzo de 2025 se intensifican las gestiones: Hamás señala en febrero su disposición a liberar a todos los rehenes en una sola fase dentro de un acuerdo escalonado; en marzo, una cumbre árabe respalda la idea de una administración tecnocrática para Gaza bajo el paraguas de la ANP, afinando el marco de transición que exploran los mediadores en El Cairo. Reuniones previas en El Cairo entre facciones palestinas ya habían tanteado el formato tecnocrático para la gestión civil y la ayuda, preparando el terreno para un esquema de posguerra.

El punto de inflexión llega a finales de septiembre de 2025, cuando la Casa Blanca presenta el plan de 20 puntos: alto el fuego inmediato, devolución de todos los rehenes en 72 horas, retirada israelí por fases, desmilitarización de Gaza y gobernanza transitoria tecnocrática con supervisión internacional. Con ese marco, las conversaciones indirectas se reanudan en Egipto el 5–6 de octubre de 2025; Washington y El Cairo presionan por cerrar la primera fase esta misma semana, mientras Israel mantiene operaciones en Gaza y Hamás expresa aceptación parcial a elementos clave.

Conclusión

Lo esencial: hay ventana real para un alto el fuego con entrega total de rehenes en 72 horas, retiro por fases y una administración transitoria tecnocrática en Gaza, porque el texto íntegro del plan ya está publicado y las conversaciones indirectas arrancaron en Egipto el 6 de octubre de 2025. Sin embargo, la aceptación de Hamás es condicionada y quedan nudos críticos: desarme, secuenciación de pasos y garantías de verificación; al mismo tiempo, Israel mantiene operaciones mientras respalda el marco general, lo que eleva el riesgo de incidentes que descarrilen la primera fase.

Qué mirar de inmediato: 1) señales verificables de cese de hostilidades en el terreno; 2) lista, logística y entrega efectiva de todos los cautivos en 72 horas; 3) la composición y mandato de la autoridad tecnocrática —una idea ya respaldada en foros árabes y por los mediadores— y 4) el calendario de retirada vinculado a inspecciones de seguridad. Si estos cuatro engranajes encajan, el plan puede pasar de promesa a implementación; si no, volveremos a un ciclo de ofertas parciales y recrudecimiento.

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