En medio de la creciente tensión política que involucra a la vicepresidenta de Ecuador, Verónica Abad, y al presidente Daniel Noboa, la jornada de ayer estuvo marcada por un episodio que generó gran conmoción en el país. Abad, al dirigirse al centro histórico de Quito, se encontró con un fuerte despliegue de fuerzas policiales y militares, lo que agudizó aún más el conflicto que ya viene arrastrándose entre los dos altos funcionarios del Estado.
El altercado comenzó cuando Abad intentó ingresar a su despacho, luego de que un tribunal dejara sin efecto la suspensión de su cargo por cinco meses impuesta por el Ministerio de Trabajo. La vicepresidenta había sido apartada de sus funciones tras la aplicación de esta sanción administrativa, pero, tras el fallo judicial, el impedimento a su regreso al despacho se mantuvo debido a un fuerte operativo de seguridad que incluía tanto a militares como a policías.
Frente a este hecho, Abad no dudó en exigir a la Fiscalía que inicie una investigación exhaustiva sobre los responsables de dicha orden, centrándose en los jefes militares y policiales que ejecutaron la restricción. En sus declaraciones, la vicepresidenta denunció que su acceso fue bloqueado por instrucciones directas del Gobierno, lo que a su juicio constituyó un abuso de poder y un intento de vulnerar sus derechos constitucionales como autoridad elegida.
La tensión entre Abad y Noboa no es reciente, este episodio es solo un nuevo capítulo en una lucha de poder que ya lleva más de un año, en la que la vicepresidenta ha sido constantemente relegada y descalificada por el presidente. El desencuentro principal entre ambos radica en el rechazo de Noboa a que Abad lo reemplace en el cargo durante su licencia para participar en las elecciones presidenciales de 2025, donde el mandatario se ha postulado para la reelección. Según fuentes cercanas a la presidencia, Noboa considera que la presencia de Abad como presidenta encargada podría representar un obstáculo para sus aspiraciones políticas.
A pesar de que la vicepresidenta dio la orden a los uniformados de abrir las puertas de acceso a su despacho, el dispositivo de seguridad se mantuvo, con la justificación de que dicha medida respondía a una orden directa del Gobierno central. Este hecho no pasó desapercibido para su abogada, quien, de acuerdo con lo informado, presentará una denuncia formal ante la Fiscalía. Abad considera que la actitud de los oficiales fue un «acto flagrante» que debe ser investigado con profundidad, ya que involucra el abuso de poder por parte de quienes están al mando de las fuerzas de seguridad del país.
Además, la designación de Abad como consejera temporal en la Embajada de Ecuador en Turquía, decidida por Noboa el mismo lunes, ha sumado más polémica al conflicto. Esta medida, que incluye su traslado inmediato a Ankara, fue adoptada por el presidente después de que el sistema judicial dejara sin efecto la suspensión que se le había impuesto desde el Ministerio de Trabajo. En el decreto presidencial, Noboa establece que Abad asumirá sus funciones como consejera en la Embajada ecuatoriana en Turquía, donde se espera que se presente a más tardar el 27 de diciembre de 2024. La decisión, según algunos analistas, parece más bien una forma de desplazar a la vicepresidenta de la escena política nacional, enviándola a un puesto diplomático en el extranjero, lo que reduce su influencia dentro del país en un momento tan delicado para el gobierno.
La decisión de trasladar a Abad a Turquía ha sido vista por muchos como un intento de Noboa de cortar de raíz las tensiones internas y de mantener un control más firme sobre su administración, al mismo tiempo que se aleja de la posibilidad de que Abad se convierta en una figura de peso en la contienda electoral de 2025. Esta medida no ha sido bien recibida por los seguidores de la vicepresidenta, quienes consideran que se trata de una jugada política para aislarla del proceso electoral y despojarla de su capacidad de tomar decisiones en el gobierno.
El conflicto entre la vicepresidenta Verónica Abad y el presidente Daniel Noboa continúa siendo uno de los principales temas de debate en la política ecuatoriana. Con un trasfondo de desacuerdos sobre la sucesión presidencial y el manejo de las instituciones, el futuro de Abad en el gobierno parece cada vez más incierto. Mientras tanto, la situación se mantiene bajo un clima de alta tensión, con cada nuevo desarrollo sumando complejidad a la relación entre ambos líderes políticos.
Un comentario
La convierte en victima de su propio gobierno y la presentan como perseguida y luego se convierte en candidata idonea para la derecha, tras el fracaso total de novoa, ya no pueden asesinar a mas candidatos para atraer los votos. Ahora viene la etapa de propaganda y relegan a la opocision a un tercer plano