El distrito de Castilla, enclavado en el corazón de la región Piura, forma parte de una de las áreas más dinámicas del norte peruano. Su cercanía a la ciudad de Piura lo convierte en un puente entre lo urbano y lo rural: por un lado, se beneficia del desarrollo comercial y los servicios de la capital regional; por otro, conserva tradiciones agrícolas centradas en el cultivo de mango, limón y arroz. La planicie costeña, cruzada por el río Piura y sus afluentes, dota al territorio de suelos fértiles, pero también lo expone a los estragos del fenómeno El Niño, que puede alterar cosechas y dañar infraestructuras.
A pesar de su potencial productivo, Castilla enfrenta retos estructurales: la falta de una red de riego modernizada limita el rinde de los pequeños agricultores, mientras que los servicios básicos -como el agua potable, alcantarillado y gestión de residuos- no llegan con uniformidad a todos los barrios. La congestión vehicular hacia Piura ciudad y la precariedad de vías secundarias dificultan el acceso a mercados y servicios de salud. En este escenario, la gestión distrital debe conciliar el impulso agroexportador con el fortalecimiento de infraestructura social, garantizando que el crecimiento económico se traduzca en mejoras tangibles para todos los vecinos.
Desafíos y tensiones locales
Castilla enfrenta retos estructurales que ponen a prueba la capacidad de cualquier gestión distrital. La modernización de la red de riego es una asignatura pendiente: muchos pequeños agricultores dependen todavía de acequias tradicionales que limitan el rendimiento de cultivos estratégicos como el mango, el limón y el arroz. A esa fragilidad productiva se suman deficiencias en servicios básicos que no cubren uniformemente todos los barrios, y una red de vías secundarias en mal estado que dificulta el acceso a mercados y centros de salud.
En el plano institucional, la coordinación entre niveles de gobierno y la efectiva ejecución presupuestal representan una constante tensión. Aunque Castilla se beneficia de recursos provenientes de Piura ciudad, la congestión en los accesos principales y la falta de planificación urbana agravan problemas de movilidad y seguridad vial. La debilidad de los mecanismos de participación ciudadana también limita la rendición de cuentas: sin espacios regulares de diálogo y monitoreo, los proyectos pueden quedar atrapados en la burocracia o desviarse de las verdaderas prioridades de la población. Superar estos desafíos exige no solo inversiones en infraestructura, sino también fortalecer la transparencia y el empoderamiento vecinal para que cada sol destinado al distrito genere un impacto real y sostenible.

Perfil de Walther Guerrero Silva, alcalde distrital
Walther Guerrero Silva asumió la alcaldía de Castilla en 2023, tras haber sido elegido por el partido Unidad Regional con el 33.538 % de los votos. Licenciado en Educación por la Universidad Nacional de Piura, su camino a la gestión distrital incluyó dos intentos previos de alcanzar el sillón municipal en 2014 y 2018, lo que le brindó experiencia y conocimiento de las dinámicas políticas locales antes de obtener su victoria en 2022 .
Durante su primer año de gestión, Guerrero Silva centró su agenda en la mejora de servicios básicos y la defensa de proyectos vitales para el distrito. En enero de 2025, reclamó al Ministerio de Vivienda la reprogramación urgente del proyecto de agua y alcantarillado para 105 asentamientos humanos, advirtiendo sobre el riesgo sanitario y social de su demora. Asimismo, en 2024 enfrentó un intento de revocatoria promovido por un colectivo vecinal, al que respondió con contundencia defendiendo su gestión y su plan de trabajo para fortalecer la infraestructura educativa y vial en los sectores más vulnerables

Proyecciones y recomendaciones de gestión
Mirando al mediano plazo, la modernización de la red de riego debe encabezar la agenda de la municipalidad de Castilla. La instalación de sistemas de riego presurizado y canales revestidos permitirá elevar el rendimiento de cultivos como mango, limón y arroz, al tiempo que optimiza el uso del agua frente a la variabilidad climática. Para ello, conviene diseñar convenios con la Autoridad Nacional del Agua y con organismos de cooperación técnica internacional, de modo que la cofinanciación acelere la ejecución de obras y capacite a los comités de usuarios en el mantenimiento de las infraestructuras.
En paralelo, la rehabilitación y pavimentación de vías secundarias debe articularse con un plan de logística rural que conecte los centros agrícolas con los mercados de Piura ciudad y otros polos de exportación. Al incorporar puntos de descarga y almacenes de acopio en los caseríos más productivos, se reducirán costos de transporte y se evitarán pérdidas postcosecha. Se recomienda, además, implementar un sistema de geolocalización para el recojo de residuos y la atención de emergencias, mejorando la seguridad y la calidad de vida en los barrios más alejados.
Finalmente, resulta esencial fortalecer la participación ciudadana mediante la creación de mesas temáticas por sectores (agro, educación, salud y defensa civil), complementadas con un observatorio distrital que publique trimestralmente indicadores de avance -tanto financieros como de impacto social- en un portal abierto. Esta plataforma no solo garantizará transparencia, sino que promoverá la corresponsabilidad de vecinos y autoridades, permitiendo ajustes en tiempo real y consolidando la confianza de la población en la gestión de Walther Guerrero Silva.
Conclusión
En manos de un alcalde comprometido, Castilla puede aprovechar su ubicación privilegiada en la planicie costeña y su tradición agroexportadora para consolidar un desarrollo que beneficie por igual a agricultores, comerciantes y familias de los barrios más olvidados. Las mejoras en riego, la modernización de vías secundarias y la expansión de servicios básicos no son solo proyectos aislados, sino piezas de un mismo engranaje: al fortalecer la productividad rural, se genera empleo y se reducen las brechas con la ciudad de Piura.
Para que estas transformaciones sean duraderas, es imprescindible combinar inversión con transparencia. La creación de mesas de diálogo comunitario y un observatorio distrital permitirán a los vecinos supervisar cada etapa de los proyectos y garantizar que los recursos lleguen a donde más se necesitan. Así, la gestión de Walther Guerrero Silva tendrá las herramientas para convertir las promesas de campaña en realidades tangibles, cimentando las bases de un Castilla más próspero, equitativo y resiliente frente a los desafíos climáticos y sociales.
