Roberto Amadeo Bazán

A propósito de la candidatura que viene anunciando por las redes sociales el humorista Andrés Hurtado (alias chibolin), unos amigos me preguntaron ¿tu votarías por él? En todo caso ¿Cuál es tu propuesta para elegir al Presidente de la República y candidatos al Congreso sin considerar su ideología política? Aquí una respuesta ideal pero que en su concepto real se puede elegir cualquiera de ellas:

• Que sea una persona ética que actúa con integridad (honesto, sincero, franco, etc.).
• Que no tenga mañas corruptas ¿Cómo lo compruebas? En su historial, “sus uñas y en sus ojos”.
• Que sepa honrar sus deudas.
• Que no sea egocéntrico ni manipulador, ni figureti y arrogante oportunista.
• Que tenga trayectoria comprometida con su pueblo.
• Que sepa valorar y priorizar acciones integrales en la salud y la educación para la actividad productiva y el desarrollo integral del país.
• Que sea un agudo lector, estudioso de la realidad regional y nacional, conocido por su identificación con las demandas sociales y convicción pedagógica en sus mensajes.
• Que sea un vanguardista e innovador en las propuestas.
• Que tenga mente abierta al cambio transformador de la sociedad.
• Que sepa interpretar leyes y fiscalizar su aplicación con firmeza.
• Que sepa aportar al necesario cambio de la Constitución Política del Perú.
• Que sea autocritico y de inmediata autocorrección.
• Un patriota que se une al pueblo defendiendo los recursos naturales de la nación.
• Que sea constructivamente solidario/a y sensible al sufrimiento de los más necesitados, sin demagogia.
• Que sea humilde con el conocimiento y no un retrogrado autosuficiente que todo lo sabe.
• Que no tenga antecedentes de haber sido desleal con las organizaciones de la sociedad civil.
• Que no sea un huachafo que se cree líder, cuando apenas es un charlatán.
• Que vea la política como ciencia y no como oportunidad para robar.
• Que no sea un líder fabricado, sino un líder con fibras surgidas de su liderazgo en el seno de la sociedad civil.
• Que sea un político esclarecido y no un politiquero lobista, embrutecido y ambicioso por el dinero.
• Que sepa escuchar y ser creyente en la fuerza de la educación para el desarrollo integral.
• Activista consecuente contra las injusticias y activo defensor de los derechos humanos.
• Que sea conocido por sus conocimientos e identidad con su pueblo y no un desconocido sin futuro.
• Que sea el candidato de un partido o movimiento político respetable sin manchas corruptas.
• Que sea portador de un programa colectivo y no un oportunista de iniciativas individualistas fruto del lobismo.

Si un candidato o candidata reúne siquiera 5 o 6 de estas cualidades ya es suficiente para pensar en una persona merecedora de la confianza del pueblo.

¡Basta de dar nuestro voto a ciegas a individuos que al llegar al Congreso solo buscan sus beneficios mezquinos y egoístas al servicio de intereses corruptos!