Goberna Reports se complace en presentar un análisis detallado sobre la realidad de Latinoamérica en relación con el avance en la lucha contra el terrorismo, un fenómeno que ha adquirido una relevancia significativa en la región a lo largo de las últimas décadas.
El Contexto Global del Terrorismo
El 11 de septiembre de 2001 marcó un antes y un después tanto en el contexto norteamericano como a nivel internacional, cuando un atentado de proporciones inéditas en los Estados Unidos cambió de manera radical la percepción sobre la seguridad global. A raíz de estos hechos, el terrorismo se posicionó como una de las principales amenazas en la agenda política internacional.
Según Mariano López, investigador doctoral de la Universidad de Murcia, a partir de este evento se consolidó lo que muchos politólogos e historiadores denominaron el «caos multipolar«. Esta nueva configuración geopolítica ha sido caracterizada por una creciente competencia entre potencias globales, conflictos de diversas índoles y la expansión de grupos terroristas que aprovechan el vacío de poder y las tensiones globales para consolidarse.
Aunque han pasado casi dos décadas desde aquel atentado, los desafíos no solo persisten, sino que se han intensificado. Los territorios, tanto a nivel global como regional, han sido testigos de un continuo reacomodo geopolítico, lo que ha facilitado la expansión de diversas organizaciones terroristas.
El Caso Latinoamericano
En América Latina, el terrorismo ha sido una preocupación constante, tanto en los medios de comunicación como en los discursos políticos y académicos. Aunque el término «terrorismo» se utiliza ampliamente, no siempre se refiere a los mismos fenómenos. A lo largo de la historia, ha estado estrechamente vinculado a otros fenómenos políticos y sociales, y ha sido utilizado como un medio para alcanzar fines específicos, como la lucha contra gobiernos o el control territorial.
Uno de los momentos clave que marcó el papel del terrorismo en América Latina fue la Revolución Cubana de 1959. A partir de ese evento, las guerrillas latinoamericanas se organizaron en torno a ideales revolucionarios, lo que contribuyó a la formación de una identidad guerrillera en toda la región. Este fenómeno no solo generó apoyo a las causas revolucionarias, sino que también se convirtió en un foco de atención para el surgimiento de grupos terroristas de ideologías diversas, desde la izquierda radical hasta las extremas derechas. Es importante destacar que las categorías de «terrorismo», «terrorista» o «atentado» han sido empleadas de manera ambigua y, en muchos casos, han servido para calificar hechos y fenómenos profundamente diferentes entre sí.
Tal como lo señala Reginaldo Nasser, experto en terrorismo y profesor de relaciones internacionales en la Pontificia Universidad Católica de São Paulo, «la palabra terrorismo ha adquirido una connotación fundamentalmente política para descalificar a adversarios». Este uso del término ha sido especialmente evidente en las tensiones políticas internas de los países latinoamericanos.
Origen del Concepto de Terrorismo
El término «terrorismo» tiene sus raíces en la Revolución Francesa de 1789, cuando se empleó por primera vez para describir las políticas represivas del gobierno revolucionario. Sin embargo, con el paso del tiempo, su significado ha evolucionado, adaptándose a distintos contextos políticos y sociales.
En el ámbito político contemporáneo, el terrorismo se asocia comúnmente con el «terrorismo de Estado», un fenómeno en el que los gobiernos emplean la violencia sistemática para intimidar o eliminar a opositores políticos, un hecho recurrente en diversas dictaduras y gobiernos autoritarios en América Latina entre las décadas de 1960 y 1980. Durante este período, países como Argentina, Chile, y Brasil enfrentaron lo que se conoció como las «dictaduras del Cono Sur», que utilizaron el terror como una herramienta para mantener el control político.
Por otro lado, en Estados Unidos, el término «terrorismo» ha sido utilizado principalmente para describir a las guerrillas latinoamericanas vinculadas a la ideología de izquierda. Grupos como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en México, y la organización peruana Sendero Luminoso, fueron etiquetados como «terroristas» por sus actividades armadas en la lucha contra gobiernos y estructuras de poder establecidas.
El Empleo del Término Terrorismo en la Actualidad
En el contexto latinoamericano contemporáneo, el uso del término «terrorismo» sigue siendo una herramienta poderosa en el ámbito político. Un claro ejemplo de ello es el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien ha recurrido con frecuencia al término para describir a sus opositores políticos, a grupos disidentes e incluso a los medios de comunicación que critican su gobierno. Para Maduro, «terrorista» es la etiqueta que se le otorga a aquellos que cuestionan su administración, lo cual refleja cómo el concepto de terrorismo sigue siendo politizado y utilizado como una forma de deslegitimar a los adversarios.
Además de los líderes políticos, el concepto de terrorismo ha sido usado por diversos actores internacionales para justificar intervenciones en países de la región, bajo el argumento de la lucha contra la proliferación de grupos extremistas. Sin embargo, el debate sobre qué constituye realmente el terrorismo y quién tiene el derecho de clasificar a otros como terroristas sigue siendo una cuestión controversial, especialmente en una región marcada por desigualdades sociales, conflictos históricos y un legado cuestionable relacionado a la violencia política.
Conclusión
El terrorismo en América Latina no es un fenómeno aislado ni reciente, sino que es el resultado de décadas de conflictos políticos, sociales y económicos que han dado forma a la región. Su manifestación ha variado con el tiempo, pero siempre ha sido aprovechada por actores políticos de diversas ideologías para avanzar en sus objetivos.
A medida que la lucha contra el terrorismo se globaliza, la región latinoamericana sigue siendo un terreno fértil para el debate sobre qué constituye verdaderamente el terrorismo y quién tiene la autoridad para clasificarlo.
En un contexto donde la lucha contra el terrorismo sigue siendo un desafío constante, profundizar en estrategias efectivas es clave para comprender y enfrentar estos fenómenos. El Diploma Internacional en Estrategias contra el Crimen Organizado y Contraterrorismo de Goberna ofrece una oportunidad única para adquirir herramientas valiosas y actualizadas en este campo tan relevante hoy en día.