China ha dado un paso más en la carrera por el dominio de la inteligencia artificial (IA) con el lanzamiento de su nuevo modelo de IA DeepSeek-R1, un desarrollo que podría competir directamente con los gigantes tecnológicos como OpenAI, creador de ChatGPT. Este avance no solo refuerza la posición de China como uno de los principales actores en la tecnología global, sino que también evidencia su ambición de liderar esta revolución digital antes de 2030.
¿Que busca China con esta IA?
China con el lanzamiento de una nueva familia de modelos desarrollada por el laboratorio chino DeepSeek, busca consolidar la cooperación privado-estatal en relación con los objetivos del Partido Comunista Chino. Esto debido a que, aunque el laboratorio opera como un privado, cuenta con apoyo estatal dentro del marco del programa «Hecho en China 2025», reflejando la estrecha relación entre el sector tecnológico y el gobierno chino.
El objetivo principal de los modelos R1 es establecer un nuevo estándar en la inteligencia artificial, combinando accesibilidad y alto rendimiento. Las versiones más pequeñas de esta IA están diseñadas para ejecutarse en ordenadores portátiles, lo que las hace ideales para desarrolladores independientes y tareas más ligeras, mientras que el modelo completo, R1-Zero, requiere una infraestructura avanzada para aprovechar todo su potencial.
Además, el uso de su licencia abierta permite que investigadores y empresas puedan estudiar, modificar y utilizar estos modelos, incluso comercialmente, rompiendo con la tradición de sistemas cerrados como los de OpenAI. Esto nos recuerda a los parámetros filosófico que desarrolló Richard Stallman para el proyecto GNU, el cuál fue base para el sistema operativo de Linux, como analizamos en nuestra serie La Informática como Arma Geopolítica. Incluso, en el primer capítulo, analizamos el desarrollo de una distribución propia para china. Con esta estrategia, China busca no solo democratizar la IA, sino también competir directamente con Estados Unidos en la carrera tecnológica global.
Stargate: ¿La apuesta de Estados Unidos para liderar la IA?
En el contexto de esta carrera tecnológica, el programa Stargate, impulsado por la administración Trump, representa un esfuerzo sin precedentes para mantener la supremacía tecnológica de Estados Unidos frente a sus competidores. Según informes recientes que comentamos en nuestro artículo sobre este tema, Stargate busca integrar los desarrollos de inteligencia artificial con recursos clave provenientes de empresas como OpenAI y Oracle, con el objetivo de construir un ecosistema de IA que pueda competir y superar a sus rivales internacionales.
Este proyecto no solo apunta a mejorar los sistemas de defensa y seguridad nacional, sino también a garantizar que Estados Unidos conserve su posición como líder en innovación. Además, Stargate refuerza el compromiso de la Casa Blanca con alianzas público-privadas para acelerar el desarrollo de la IA con un enfoque que contrasta con el modelo, también de cooperación entre el sector público y privado, pero centralizado y estatal de China.
La rivalidad entre China y Estados Unidos: ¿Quién dominará la IA?
La competencia entre China y Estados Unidos en inteligencia artificial no es solo tecnológica, sino también ideológica-pragmática. Si bien ambos promueven una colaboración de un modelo de innovación público-privado como hemos visto, Estados Unidos promueve un modelo de innovación basado en los principios democráticos para colaborar con los países del mundo. China por su lado, ha mantenido su política exterior alejada de conflictos militares, donde el control estatal asegura una integración directa de la IA en las políticas nacionales.
El reciente lanzamiento de la IA china y el programa Stargate de Estados Unidos evidencian una carrera armamentista digital que podría redefinir las dinámicas de poder global.
- China busca consolidar su influencia en Asia y otros mercados emergentes mediante la exportación de sus tecnologías de IA, como sistemas de vigilancia y ciudades inteligentes.
- Estados Unidos pretende mantener su supremacía tecnológica, priorizando el desarrollo ético y el uso de la IA para fortalecer su economía y su posición estratégica.
La supremacía en inteligencia artificial podría determinar quién liderará el futuro de la tecnología y el poder global. Las implicaciones van desde el control de infraestructuras críticas hasta la capacidad de influir en otras naciones a través de tecnología exportada. En este contexto:
- El impacto económico: La IA tiene el potencial de generar billones de dólares en nuevas industrias, lo que asegura que los países líderes en esta tecnología dominen el comercio global.
- La seguridad nacional: Ambas potencias ven la IA como una herramienta clave para la defensa cibernética, la vigilancia y el desarrollo de armas autónomas.
- El poder blando: Las tecnologías de IA también pueden influir en la cultura global, con aplicaciones que van desde plataformas de redes sociales hasta entretenimiento.
Conclusión: La IA como eje de la nueva geopolítica
La competencia entre China y Estados Unidos por el dominio de la inteligencia artificial no solo definirá el futuro tecnológico, sino también el orden político y económico mundial. Mientras la IA china avanza con fuerza bajo el control del gobierno, proyectos como Stargate intentan garantizar que Estados Unidos mantenga su ventaja competitiva. Esta rivalidad podría intensificarse en los próximos años, marcando una nueva era en la geopolítica global donde la innovación tecnológica será el principal campo de batalla.
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