Cuando hablamos de imagen, ropa, outfits, accesorios, etc., aplicado al mundo de la política tendemos frivolizar estos términos y pensar que se trata de algo superficial, que por sus cargos y posición seguramente su ropa y su armario se llenan de marcas caras y presuntuosas.
Pero muy lejos de la realidad, hoy más que nunca la imagen y la ropa se han convertido es una poderosa herramienta de comunicación y de estrategia en campañas electorales que catapultan a partidos políticos y sus representantes. Y, así lo entendieron perfectamente el dúo formado por Gustavo Petro y Francia Márquez, hoy como presidente y vicepresidenta de Colombia respectivamente.
Toda su campaña ha estado llena de simbolismos y han generado una poderosa comunicación a través de su vestuario y como es de esperar no podía faltar en el día más importante para ellos y los colombianos, la ceremonia de investidura, donde nos sorprendieron con sus diferentes looks y los poderosos mensajes que enviaron a través de su moda local.
Gustavo Petro, a pesar de que durante toda su campaña abandonó la corbata y a diferencia de algunos mandatarios de izquierdas que no la usaron el día de su toma de posesión al nuevo cargo, Gustavo Petro, en esta ocasión sí la llevó y se puede interpretar como un símbolo de poder y autoridad al llevarla totalmente lisa y de color negro, asociando y reforzando su discurso sobre sus nuevas propuestas y un golpe en la mesa para tratar con firmeza los asuntos relacionados con grupos armados que financian al narcotráfico y el fin de la «guerra antidrogas» que considera un fracaso.
Por otro lado, Verónica Alcocer, esposa de Gustavo Petro y ahora la nueva primera dama de Colombia se convirtió en protagonista de la ceremonia y dejó un fuerte mensaje a través de su outfit elegido sin pronunciar una sola palabra.
Su vestuario fue realizado por el diseñador Virgilio Madinah, hecho especialmente para la ocasión y en color blanco, un color que invita a la paz (apoyando y reforzando el discurso de su esposo), sinceridad y transparencia, pero lo más curioso, fue el diseño de su enterizo que tenía una capa estructurada con tres botones de plata de joyería artesanal de filigrana Momposina en los hombros. Esta capa estructurada transmite fuerza, estabilidad y seguridad. En imagen política siempre se llevan los hombros muy estructurados para transmitir profesionalidad y seriedad, porque como ya lo dijo la primera dama, se va a embarcar en el «proyecto personal de Victoria Alcocer» en el que quiere «construir un nombre» con actividad y pensamiento propio.
La vicepresidenta, Francia Márquez eligió para esta ocasión un vestido del diseñador Esteban Sinisterra y que él mismo señaló que éste, así como los colores usados (azul, mostaza y marrón) estaban inspirados en la violencia de su territorio en el Pacífico colombiano, empleando simbología de la mujer y el pueblo que representa. Además, el vestido llevaba incorporado un bolero blanco en sentido diagonal y de color blanco como parte de su propuesta de paz.
Pero el accesorio protagonista de su look y que con ello desea proyectar la unión de Colombia con este nuevo gobierno han sido sus pendientes del mapa de Colombia.
La senadora María José Pizarro fue la encargada de colocar la banda presidencial a Gustavo Petro y para la ocasión llevó un traje que conmemoraba a su padre, Carlos Pizarro, quién fue candidato presidencial del M-19 (un movimiento guerrillero al que perteneció Gustavo Petro) y que fue asesinado el 26 de abril de 1990 en un avión comercial. Además, en la espalda de su chaqueta llevaba un bordado que incorporaba un mensaje: “Que la lucha por la paz, no nos cueste la vida”.
Tampoco podemos olvidar a Sofía Petro, hija del nuevo presidente, que llevó pantalón, blusa y chaqueta de color violeta, este color hace referencia y rinde homenaje a la lucha contra la violencia de género y el feminismo, así como la lucha por la igualdad de derechos.
Su vestuario fue diseñado por Diego Guarnizo y señaló que “con este vestido que Sofía me permitió diseñarle para acompañar a su padre en la posesión presidencial, doy la bienvenida al nuevo gobierno. Este vestido habla de unión, de vida, de respeto, de tradición, de cultura. De Colombia. Como debe ser”.
Además, en cada una de las mangas de la chaqueta llevaba una frase: ‘Justicia climática’ y ‘Justicia social’.
Hubo muchos momentos icónicos a través de vestuario, pero, el que sin duda envió un fuerte mensaje fue la salida de la Casa de Nariño del ex presidente Iván Duque y la entrada del nuevo mandatario Gustavo Petro acompañado de su familia.
Si ya se notó cierta incomodidad y tensión en el lenguaje corporal de Iván Duque, su vestuario, así como, el de la ex primera dama y sus acompañantes lo confirmaron portando colores oscuros como el negro en casi todos ellos (a diferencia de los colores usados por la familia de Gustavo Petro), enviando un mensaje de oposición e inconformidad por el nuevo gobierno.