Hace unos meses, el Centro Nacional de Consultoría (CNC) y la Universidad de los Andes, realizaron un modelo de agentes para definir hacía que lado de la balanza ideológica se estaría inclinando la política en el país. Para esto, se tuvo en cuenta factores más allá de las intenciones de voto de cada ciudadano, y se pretendió medir “qué tan radical es cada quien en sus posturas políticas”.
En este sentido, es importante mencionar cómo funciona esta metodología ya que es realizado a través de una óptica diferente a las encuestas convencionales. Para empezar, este modelo califica las posturas ideológicas y políticas de las personas entre 1 a 9. Esto en términos prácticos, lo que quiere decir es lo siguiente: entre el 1 al 3 es de izquierda; entre el 4 y el 6 es de centro; y de derecha, si se encuentra entre el 7 y el 9. En consecuencia, si una personas se encuentra muy distante ideológicamente, no hay ningún cambio, pero por el contrario, si la distancia ideológica es menor, se aproxima.
Junto con lo anterior, otro factor relevante para este modelo creado por la CNC es, la motivación a la hora de votar. Y es que, precisamente, más allá de una simple encuesta para determinar quién será el gobernante de todos los colombianos por 4 años más, están los que realmente, en términos democráticos, son los encargados de decidir los resultados. Así, de acuerdo al producto de esta investigación, “los candidatos de izquierda suman el 31 por ciento de la intención de voto, los de centro alcanzan el 42 por ciento, y los de derecha, entre todos, llegan al 27 por ciento”.
Siguiendo con estas percepciones, a primera vista, se podría decir que el centro hoy está marcando tendencia con mayores probabilidades de llegar al poder. Pero, en un escenario histórico político, con una naturaleza cimentada en el cambio de opinión del votante, este sería apenas un elemento importante e interesante de análisis para medir el clima político y las posibles tensiones de cara al 2022.
En esta línea, cabe hacer mención que, alrededor de los electores siempre se han generado preconcepciones, muy marcadas, que instauran un imaginario nacional. Puesto que, ante este panorama de fragmentación y polarización política, los movimientos o actores políticos hacia la elección presidencial se encuentran en serios aprietos para asentar una relación política fuerte con la población, especialmente porque muchos están rechazando de los dos espectros dominantes, su estructura y su maquinaria política.
Para entender esto un poco mejor, es significativo tener en cuenta la evolución de los resultados electorales del 2018, para así, segregar datos y mirar similitudes con el actual panorama político que está realmente incierto. En este área, una de las principales conclusiones es que, hablando un poco del cambio de opinión, los votantes de centro son un poco flexibles al momento de cambiar opinión. Ante esto, un estudio realizado para la fecha de los anteriores comicios, dejó entre ver que estos (los de centro), son un 10% inflexibles (no cambian de opinión).
Lo anterior, se explica con lo ocurrido en las elecciones pasadas, cuando el candidato de centro, quien lideraba las encuestas, paulatinamente fue perdiendo terreno político hasta llegar a un tercer lugar. ¿Cómo se explica esa reducción de dominio de votos según encuestas?.
Por último, existe una gran cantidad de ideas para definir el perfil del votante colombiano. Los ciudadanos cada vez cuentan con una menor cercanía y confianza con las instituciones políticas y la democracia, y es precisamente esta, una de las razones vitales para marcar un cambio en la intención del voto. Así las cosas, en este momento en Colombia, quien logre generar aumentar la proporción de votantes “inflexibles” de su lado, probablemente sea quien obtenga la mayoría de votos hacia la presidencia.