El día de hoy se han publicado una serie de encuestas con respecto a las elecciones presidenciales que se celebrará el domingo 2 de junio de 2024 en México bajo la organización del Instituto Nacional Electoral (INE). Y si bien aún falta más de medio año de distancia para el proceso en mención; la carrera por la Presidencia sigue en carrera.
Por el momento existen dos precandidaturas relevantes con miras a ese acontecimiento: La candidata por la plataforma “Fuerza y Corazón por México” (Alianza electoral entre el P.R.I, el P.R.D y P.A.N) Xóchitl Gálvez Ruiz y la candidata por la alianza de Morena (actual partido de gobierno), el PT (Partido del Trabajo) y el PVEM (Partido Verde Ecologista de México) Claudia Sheinbaum Pardo. La candidata del gobierno y también exjefa de gobierno de Ciudad México aventaja entre 20 y 30 puntos porcentuales a la candidata de la plataforma electoral liderada por Xóchitl Gálvez. Por ejemplo, según el diario económico “El Financiero” apunta a que la exjefa delegacional de Tlapan con un sólido 50% y sólo con un 31% a la excomisionada para el desarrollo de pueblos indígenas durante el gobierno de Vicente Fox. Por otra parte, la consultora mexicana “SIMO” señala a Claudia Sheinbaum con un 57%, dejando muy rezagado a la ingeniera computacional con un 23%.
A su vez el diario “La Jornada” subraya una enorme diferencia, ya que la licenciada en física contaría con un 50.1%, superando de manera vasta a Xóchitl Gálvez, quien tendría solamente un 24.9%.
La mayoría de encuestas señala a grandes rasgos dos tendencias marcadas: Una victoria cómoda para la candidata del actual Gobierno mexicano y un rol testimonial que jugaría otra candidatura que no pasaba de un dígito porcentual; la de Samuel García.
Es entendible desde esa óptica que éste último candidato haya dejado la carrera por la presidencia.
Sin embargo es de vital importancia acotar que las encuestas de opinión tienen limitaciones, y pueden verse afectadas por sesgos de muestreo, preguntas mal formuladas o tergiversadas a propósito, o por cambios en la opinión pública que no se llega a reflejar en la encuesta; esto último tan común Latinoamérica.
Por otra parte, las redes sociales han cambiado el panorama de las campañas políticas y electorales en Hispanoamérica (como a nivel mundial), ya que permiten a los candidatos y partidos políticos llegar a un público más amplio y comunicarse directamente con los electores. Aunque puede haberse afectado por la propagación de la desinformación, los bots, discursos de odio y paparruchadas (“Fake news”) o cuentas falsas que favorecen a la polarización política, es también una ventana de oportunidad para conectar directamente con el nivel más instintivo de las personas (“su cerebro reptil”). Ya lo mencionaría el politólogo italiano Giovanni Sartori, quien en su libro “Homo videns” sostendría que la sociedad mundial actualmente encuentra más sentido en las imágenes que en lo escrito o hablado.
Y es ahí donde nosotros como consultores debemos atenernos a ese marco, porque nos hará confiar más en nuestro conocimiento profesional que en encuestas o manipulaciones en redes sociales.
No hay ninguna novedad si hacemos una proyección sobre quién ganaría éstas elecciones, sin embargo, ver competir mujeres en una elección es un fenómeno en el que se concibe que sólo el éxito de la estrategia puede tenerlo una mujer. Nuestra capacidad como consultores ante ello, también va de visualizar los “cisnes negros”, que curiosamente son recurrentes en la política.