La carrera presidencial en Estados Unidos en 2024 se centrará en un número extremadamente reducido de estados indecisos, posiblemente no más de siete u ocho, lo que significa que un pequeño grupo de votantes en estos estados tendrá un impacto significativo en el resultado de las elecciones. Esto marca un cambio significativo en la política estadounidense; ya que, la mayoría de los estados se han vuelto consistentemente favorables a uno de los dos partidos en las últimas elecciones presidenciales.
Un análisis revela que 40 de los 50 estados, o el 80 %, han votado de la misma manera en las últimas cuatro elecciones presidenciales. Esto es un nivel de consistencia sin precedentes en la historia moderna de Estados Unidos. A medida que los estados se vuelven más predecibles en su apoyo a uno de los dos partidos, la competencia se concentra en un puñado de estados cruciales.
Se estima que solo cuatro estados son auténticamente «cara o cruz» para 2024, mientras que otros cuatro se consideran «inclinados» hacia uno de los partidos, pero aún no están decididos por completo. Estos estados son cruciales para cualquier candidato que busque ganar la presidencia.
Este enfoque en un número tan reducido de estados indecisos tiene implicaciones importantes para la campaña electoral, ya que se espera una intensa competencia y una cantidad abrumadora de publicidad dirigida a estos votantes. Además, el margen de error para los candidatos será muy estrecho en estos estados, lo que aumentará la importancia de cada voto.
La decisión de centrarse en un pequeño número de estados indecisos también puede llevar a que los candidatos exploren territorios que normalmente no serían considerados en una elección presidencial, ya que la distribución estratégica de recursos de campaña será crucial en una carrera tan reñida. Esto significa que algunos estados que históricamente no estaban en juego podrían recibir más atención de lo habitual.
Hay un total de 17 candidatos, 13 por el lado republicano, 3 del lado demócrata y 1 independiente; pero, destacándose los competidores del 2020, Trump y Biden, quienes continúan a la delantera en las primarias de sus partidos.
Fuente: New York Times