Los líderes de los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) se encuentran actualmente en Sudáfrica con el propósito de fortalecer su presencia económica y su influencia política a nivel mundial. Este bloque económico representa casi el 25% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, y más de 40 países han manifestado su interés en unirse a ellos. El objetivo clave de la cumbre es comunicar al mundo la posibilidad de que estos países desarrollen su propia política internacional, que podría diferir de la adoptada por las naciones occidentales.
El nombre de la agrupación se compone de las letras iniciales de sus Estados miembros. A partir del 1 de enero de 2024, se sumaron al grupo Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Etiopía, según lo anunciado durante su XV Cumbre, llevada a cabo en agosto de 2023 en Johannesburgo, Sudáfrica.
El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, recibió a sus homólogos de China y Brasil, Xi Jinping y Luiz Inácio Lula da Silva, así como al primer ministro indio, Narendra Modi, para participar en la cumbre anual de tres días que comenzará el martes.
El presidente ruso, Vladimir Putin, se unirá a la cumbre a través de videoconferencia, a pesar de tener un mandato de arresto de la Corte Penal Internacional, que teóricamente Sudáfrica debería acatar. En su lugar, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, viajará a Johannesburgo.
El embajador chino en Sudáfrica, Chen Xiaodong, expresó el viernes que el sistema tradicional de gobernanza mundial se ha vuelto disfuncional, deficiente y carece de acciones. Destacó que los BRICS están emergiendo como una fuerza cada vez más comprometida con la defensa de la justicia internacional.
«Los países del Sur no quieren recibir directrices sobre a quién respaldar, cómo comportarse o cómo manejar sus asuntos soberanos. Actualmente, tienen la suficiente fortaleza para afirmar sus propias posiciones», señaló Sooklal el viernes.
En consecuencia, explicó que los BRICS se han convertido en una esperanza para las naciones que buscan reorganizar la estructura mundial. Lebogang Legodi, profesor de política internacional en la Universidad de Limpopo, coincide en que muchos países que aspiran a unirse al grupo ven a los BRICS como una alternativa a la actual hegemonía.
En un indicativo de interés en la agrupación, otros 50 líderes participarán en un programa llamado «amigos de los BRICS» durante la cumbre.
La reunión de este año coincide con un momento crítico de cambio, según Steven Gruzd, del proyecto África-Rusia del Instituto Sudafricano de Relaciones Internacionales. Gruzd subraya que el sistema multilateral actual está bajo presión.
La decisión de incorporar nuevos miembros a los BRICS se tomará al final de la cumbre, según Sooklal.
El presidente sudafricano destaca que la presencia de 50 jefes de Estado en el país debido a la cumbre demuestra la influencia y el impacto de Sudáfrica en el mundo. A pesar de su optimismo, algunos expertos que siguen de cerca a los BRICS no esperan resultados espectaculares de la reunión.
«No creo que esta cumbre produzca resultados tan impresionantes porque el poder sigue estando en manos de los países occidentales. Aunque China está creciendo, aún no es la potencia dominante», apunta Gruzd del Instituto Sudafricano de Relaciones Internacionales.
Los BRICS, fundados en 2009, actualmente representan el 23% del PIB mundial, el 42% de la población y más del 16% del comercio mundial.